Translate to Enlgish

domingo, 24 de abril de 2011

Pescando en el hielo

Viernes Santo, contento que podía dormir hasta tarde porque el café estaba cerrado por 4 días yupiiiiiii. Y más contento aun porque íbamos a ir a pescar sobre el hielo, actividad que me venía eludiendo todo el invierno.

Para el gran día estaban invitados Mo, Brent, Raold y Pinette, ya que no contábamos con más moto trineos para llevar más gente con nosotros.

La idea era ir a los lagos Husky que están 3 horas al norte en moto trineo (dependiendo de la velocidad a la que vayas claro jijijiji), pescar por unas horas y volver a Inuvik en el día.

Pequeño problema que nos encontramos es que al despertarme a las 6 30 para prepararme y levantar al resto de la gente me encontré con que la temperatura era de 25 grados bajo cero…. Y déjeme decirles que la idea de andar en moto trineo por 3 horas con esa temperatura no era la más atractiva pero bueno supuestamente iba a mejorar durante el día.

Entre una cosa y otra de preparar la carga y cargar todos los moto trineos con combustible y cargar un par de bidones con combustible extra salimos los 5 valientes.

Cabe destacar que el rango de mototrieno era muy diferente teníamos a Pinette manejando un moto trineo de rescate que era como una limosina de grande comparado con el resto, Raold con su súper máquina de 800 cc y todos los chiches que anda a 170 180 km/h de velocidad máxima, Mo con su moto trineo nuevo de 550 cc que está muy buena, y después veníamos Brent y Yo con la resaca, yo con uno de motor 250 que con viento a favor y en bajada anda a 55 km por hora como velocidad máxima que casi no tiene amortiguadores, que no tiene calienta manos como los otros y que es bien bajito así que yo voy todo encorvado para esconderme del viento detrás del parabrisas y pobre Brent en un moto trineo que armaron con partes que es como el que iba yo pero no tiene parabrisas ni calienta manos aunque anda un poco más rápido.

Los 5 valientes, Pinette, Brent, yo, Mo y Raold

Y así en procesión salimos, la primer hora fue tranquila y bastante pasable porque íbamos en caminos entre los árboles, las vistas con la neblina que se estaba formando con el sol intentando calentar la tierra le daba un aura muy linda a todo el bosque, pero tras la primer hora llegamos un lago bien grande en donde el viento soplaba más fuerte y eso traía como consecuencia que sobre todo el pobre Brent que cada 10 o 15 minutos y a veces menos tenía que parar y utilizando una técnica que aprendí yo en mis aventuras en moto trineo que le había ensenado al principio del viaje se calentaba las manos y también se daba unas vueltas alrededor del moto trineo corriendo para hacer circular la sangre. También se tuvo que poner la mochila entre las piernas porque el vientito frio le estaba enfriando la entrepierna jijijiji.

Yo explicandole a Brent como calentarse las manos


Con la cara escarchada tras 10 minutos de camino

Brent y yo jugando una carrera

En una de las paradas en el camino

A mitad del camino

Brent levitando sobre el moto trineo

La previamente mencionada tecnica para calentarse las manos, hay que inclinar el cuero como se ve en la foto y mover los brazos en arco hacia arriba y hacia abajo lo cual fuerza la circulacion de la sangre hasta la punta de los dedos. Increible pero funciona de maravillas

esa era la visibilidad en algunos puntos del camino

Contento de que estaba saliendo el sol

Pero gracias a dios, a medio camino el sol finalmente salió de entre las nubes y disipo la niebla y entro a calentar y hay que decir que se notó rápidamente el cambio de temperatura.

3 horas después de haber dejado la casa de Mo llegamos al lago, levantamos algo de leña de la cabaña de una conocida de Mo y salimos a ver si encontrábamos algún agujero en el hielo que alguien hubiera hecho antes y que significaría menos trabajo para nosotros… pero no hubo suerte.

Cabaña de donde sacamos leña

Nos terminamos dirigiendo a la salida de una cañadita lugar en donde supuestamente es más fácil encontrar peces (fuimos a este lugar porque le preguntamos a un veterano que estaba en su cabaña con su mujer). Armamos campamento y nos pusimos a taladrar el hielo. Pero no se piensen que fue fácil, porque el hielo tenía un espesor de más o menos metro y medio sino más y nosotros teníamos un taladro de 75 cm, lo cual significaba que íbamos a tener que agrandar la boca con el hacha para poder taladrar al agua, sumado a esto está el hecho de que ni siquiera podíamos saber si había agua debajo de donde estábamos taladrando o si estaba congelado hasta la tierra misma y que el taladro no estaba muy afilado y nos llevó 20 minutos a 4 de nosotros hacer un agujero de 50 cm de profundidad aproximadamente. Pero por suerte cuando estábamos agrandado la entrada del agujero para seguir con la tarea el hombre que nos había indicado donde ir llego con un taladro con motor y nos dio una mano, le llevo un minuto terminar el agujero que habíamos empezado así que no me quiero imaginar lo que nos hubiera llevado a nosotros a mano pero me gustaría destacar que había agua así que no hubiera sido en vano.

Pinette taladrando a mano

Yo con el taladro manual

Raold con el hacha agrandando el agujero

Ahora si con motor!!!!

tanto trabajo para eso...

Cuando terminamos de hacer un segundo agujero ya teníamos también un lindo fuego para cocinar una salchichas para el almuerzo y estábamos intentando pescar en el primer agujero.

El campamento

Como era de esperarse pescar sobre hielo no es precisamente la actividad más excitante conocida por el hombre pero no esta tan mal tampoco, como solo teníamos dos agujeros y 5 personas nos turnábamos con las canas aunque no parecía haber mucho para pescar debajo nuestro. Así fue que Raold y yo nos fuimos a jugar en una pared de nieve que había cerca nuestro, la idea era ver quién podía subir más rápido y luego intentar tirar al otro, obviamente que Raold con sus 15 años y 60 kilos subió mucho más rápido ya que yo estoy más pesadito y la nieve a pesar de estar apretada por el hielo se rompía con mi peso. Pero finalmente llegue a la cima y logre estar un rato hasta que Brent se sumó al juego y me derrocaron con Raold, en eso estábamos nosotros cuando Pinette grito que había pescado pero nosotros si bien estábamos cerca no llegamos a ver el pescado así que imagínense el tamaño del mismo jijijiji.

llamando a los peces...

Intentando pescar


Tras un rato jugando en la nieve fuimos a comer unas salchichas que les digo estaban congeladas igual que el pan así que con mucho trabajo las calentamos y calentamos el pan pero cuando el aire que te rodea está a 15 grados bajo cero déjenme decirles que la comida se enfría ni bien la alejaste del fuego….

Yo desde que habíamos salido tenia los dedos de la pata derecha fríos y no los había podido calentar del todo así que me quede junto al fuego con el pie fuera de la bota para calentarlos y tras 10 minutos recupere total sensibilidad en los deditos, y justo antes de ponerme la bota hice que la media se calentara lo más posible sin derretirla para que calentara la bota por dentro que tienen muy buena aislación para el frio y les digo que funciono de maravilla, tuve el pie calentito por el resto del día.

En lo que yo estaba calentándome Raold y Brent se fueron a conquistar una pared de nieve más grande y después decidieron que era más divertido si una vez en la cima saltaban sobre un risco de nieve hasta quebrarlo y al caer creaban una mini avalancha y resulto que tenían razón era muy divertido jijijijij.

Subiendo las paredes de nieve

En la cima con Roald y Brent

El campamento desde la cima

Jugando a hacer avalanchas

Mientras Raold, Brent, Pinette y yo jugábamos a hacer avalanchas Mo pesco otro pescadito pero no era más grande que el que había pescado Pinette así que nos dimos por vencidos con la pesca y tras un rato más jugando en la nieve, levantamos campamento y salimos rumbo a la cabaña de el hombre que nos había ayudado a taladrar el hielo para saludarlo y después seguir camino a Inuvik ya que nos quedaban 3 horas más de viaje para volver.

La pesca del dia

Muy amable la pareja de veteranos nos recibieron y nos quedamos conversando un rato pero antes de que nos entrara la modorra porque la cabaña estaba bien calentita y nosotros ya estábamos cansados, nos fuimos.

El viaje de regreso fue más rápido ya que la temperatura estaba más agradable (unos 10 bajo cero) lo que nos permitió hacer trechos más largos sin tener que frenar tanto para calentar.

A mitad de camino intentamos pescar en un agujero que habían hecho esa mañana cuando nosotros estábamos de camino pero tampoco pescamos nada así que tras unos 20 minutos seguimos viaje.

Rompiendo el hielo en el agujero robado

Intentando pescar de nuevo

El camino de regreso

De vuelta en Inuvik

Y así termino la aventura de la pesca sobre hielo…. La próxima vez que pesque sobre hielo tal vez me ahorre las 3 horas en moto trineo pero pensando en todo el día más que valió la pena.

Gracias por leer Juan