La vida en la Cola de Caballo, es algo que no voy a olvidar
fácilmente. Como les dije ya de llegada me recibieron muy bien en la casa de
Severo. Aunque yo no me quede ahí, me estoy quedando en al casa de Cristina que
esta unos 4 kms mas arriba en la sierra pero como quien dice es mas o menos lo
mismo.
La primer noche me acosté temprano por todo los eventos del día
cruzando la frontera la verdad que me canse lindo.
Y ya el miércoles temprano en la mañana arrancamos con las
aventuras. Porque justo toco que Severo precisaba ir a buscar un tronco para
hacer una mesa y ya de paso levantar unas raíces para terminar un encargue de
mesas que tenía.
Me prepare un sándwich y salimos con Adrián rumbo a lo de
Severo, una vez allí, veo que Severo se metió literalmente adentro de la
camioneta para ajustar el carburador que andaba fallando. Y tras limpiarlo nos
dimos cuenta de que seguía con problemas así que terminaron cambiándole una
parte para que anduviera mejor. Y a pesar de que de pinta no parece mucho ellos
juraban que la camioneta aguantaba sin problemas.
Le pusimos un poco de combustible y salimos. Paramos en un
lugar de la ruta a levantar una piedra de las de acá, porque los barrancos
tienen unas piedras que quedan bien vistosas con plantas y ellos las venden por
ahí también. Antes de llegar a la ruta paramos a comprar aceite y liquido para
la dirección porque estaba baja y también compramos unos chicharrones para el
almuerzo.
Severo arrelgando la camioneta
Adrian desarmando el carburador
La camioneta pronta para salir
Buscando piedras para vender
Pasamos a cargar más combustible en la estación de servicio
y ahí nos metimos por un camino que si no es porque lo estábamos andando yo no
hubiera creído que era un camino. Y así suavecito en la camioneta que no tiene
ni cano de escape y mete un ruido barbo íbamos avanzando hasta que de repente
en una parte en bajada vemos a un hombre subir haciéndonos señas que no había
paso. Cuando llego a donde estábamos nos dijo que se le había pinchado el
camión y que no se podía pasar y que no lo quería mover para no romper más la
cubierta. Tras un par de minutos en que le prestaron un celular para que lo
llamaran arreglamos que lo iban a ayudar para que moviera el camión y así poder
pasar, porque primero volver para atrás iba a ser complicado porque era largo
el tramo que teníamos que hacer en reversa para dar vuelta además de que para
llegar a donde queríamos llegar nosotros íbamos a tener que hacer muchos kms
extra si no pasábamos, ahí llego otra camioneta y también quería pasar.
Primer obstaculo en el camino
Y estaba complicado para dar marcha atras
Cueva de los murcielagos, aparentemente hay 2 millones de muricelagos en esta cueva, que por la noche salen a cazar y son todo un espectaculo porque parecen una cortina de humo. Yo solo vi la cueva durante el dia y no vi ni un murcielago pero tal vez alguno de estos dias
Represa de la boca
Lago de la boca
El tajo en la cubierta era grande y no aguantaba nada de
aire, pero Severo tenia unos parches que taparon el agujero lo suficiente para
poder echarle aire y mover el camión lo suficiente para darnos paso.
Pasando el primer obstáculo llegamos al segundo que estuvo más
rápido de solucionar pero que pudo haber tenido más consecuencias. El segundo
obstáculo fue un reten militar, nos pidieron que paráramos y nos bajáramos.
Mientras uno hablaba con Severo y lo revisaba buscando armas, otro hablaba
conmigo y con Adrián a ver de donde éramos y que estábamos haciendo por ahí. Adrián
respondió enseguida que éramos de la Cola de Caballo y que estábamos buscando
arboles caído para trabajar. Y en eso me miran a mí y me dicen, vos no sos de acá,
no?? Yo digo, no soy de Uruguay. En eso me preguntan que estoy haciendo por
ahí, y les cuento lo del viaje y que me estoy quedando con ellos. Hasta ahí
todo bien, hasta que me pidieron el Pasaporte, yo ni cuenta me había dado de
llevarlo conmigo, y dije a bueno ahora voy preso por ilegal jijiji. Pero solo
me preguntaron si me había rebotado en la frontera y les dije que no que todo
lo contrario que venia de USA rumbo sur y nos dejaron ir. Menos mal….
Después de ahí ya estuvo mas fácil, llegamos a un lugar que
ellos pensaban que tenían un tronco lo suficientemente ancho para la mesa y
antes de arrancar a trabajar ya comimos, acá almuerzan a las 10 u 11 de la
mañana. Y ahí vi a lo que ellos llaman chicharrones, son pedazos de carne de
vaca o cerdo frita en grasa, nada que ver con los chicharrones de Uruguay. Pero
muy sabrosos igualmente.
Luego de almorzar, nos pusimos a trabajar, el tronco no era
lo suficientemente ancho así que eso no salió como esperábamos, lo que si
sacamos todo lo que precisábamos para los bancos y las raíces que nos hacían
falta para las mesas.
Chicharrones o Carnitas mejicanas
Adrian y Severo almorzando a las 10 30 am
Cortando raices para las mesas
Ya quedo la camioneta cargada y yo pensé que nos volvíamos y
ahí me dijeron que íbamos a ir a otro lugar en donde ellos sabían que había un
tronco que iba a servir. Yo sabia que estaban hablando de un tronco de mas de
80 cm de diámetro y me pregunta fue como íbamos a cargar todo en al camioneta,
y me dijeron que si que todo cabía que no me preocupara. Yo pensé que me
estaban tomando el pelo… pero bueno dije ya se vera
Ahí tras otro rato en la ruta, cruzamos un arroyito y
llegamos a donde había un árbol machazo de grande y cuando lo vi, me di cuenta
de que me estaban tomando el pelo que no íbamos a cargar todo de una que íbamos
a dejar lo que teníamos cargado ahí, para llevarnos el tronco y de ahí volver a
buscarlo al otro día. Pero ellos seguían insistiendo que no que lo íbamos a
llevar todo de una, pero yo no me la iba a creer.
Ahí le metieron motosierra y lo cortamos, media mas de 80 cm
de diámetro y estaba de 2.5 mts de largo, yo calculo que pesaba fácil unos 1500
kilos.
Cruzando el rio
Ahí bajamos todo lo
que había en la camioneta y a pura maña de meter gato y cuñas y poleas y
cadenas lo subieron lo suficiente para luego usar mas maña y empujarlo dentro
de la camioneta.
Ya cargado casi se nos cae en un sacudón que dio la
camioneta, pero por suerte reboto para atrás y solo doblo un poco la caja que
ya estaba media chueca. Y nos les miento, ya no quedaba lugar, pero igual
empezamos a cargar el resto, una estiba mas o menos estable hicimos y luego le
metimos dos piolitas para aguantar todo, yo no me la creía pero no lo podía
negar, porque lo estaba viendo con mis propios ojitos.
Todavia incredulo yo, Severo ya cortando el arbol pero a mi no me engañan facilmente
Cortando el tronco
Cargando el tronco
Severo cargando el tronco con la camioneta
Ya con el tronco cargado
Pero ahí llego el obstáculo numero 3, la camioneta no quería
prender jijijiji. Le dieron y le dieron pero no hubo forma, hasta que nos
quedamos sin batería, ahí empezamos a empujar pero estábamos en un pozo y no
nos daba para salir ni para mover la camioneta lo suficiente para hacerla
arrancar, hasta se nos prendió fuego el carburador de tanto darle y hacerle
fuerza. Yo ya estaba entregado pero Adrián y Severo seguían buscando la forma
de hacerla arrancar. En eso se les ocurre, levantar la camioneta con el gato, y
usando un mecate (piola) hacer girar la rueda para hacerla arrancar como quien
la esta empujando. Y como quien no quiere la cosa tras varios intentos logramos
hacerla arrancar, el secreto fue poner la camioneta en 4, y mientras le daban
arranque con la llave, le cinchaban la piola que tenían enredada en al cubierta
y así se genero suficiente movimiento para hacerla arrancar, ahí la sacamos del
pozo, atamos la carga de nuevo, y la dejamos caer para arrancarla de nuevo. Y
ahí finalmente nos pudimos volver.
Volvimos como a las 5 de la tarde y casi llegamos sin nafta
pero no solo que sobrevivimos todos los obstáculos sino que encontramos todo lo
que precisábamos. Ahora si que valoro mas el esfuerzo de hacer mesas con
raíces, porque uno nunca ve lo que hay detrás de cada mesita, no es solo lijar
y barnizar, hay mucho trabajo en encontrarlas y llevarlas hasta la casa.
Adrian y Severo de regreso en la casa con toda la carga
Los pescados que trajo Daniel de la costa
La perra aterrorizada por los rayos
Las mujeres en la cocina
Los hombres afuera con sus caguamas (cervezas de litro)
Eso noche, luego de tanto trabajo, nos fuimos para la casa y
tras una duchita de agua fría, acá no hay calefón. Empezó a caer gente, los
hijos de cristina con sus familias se armó una comida que duro un buen rato. Yo
comí la comida de los niños porque se las hacen sin chiles ni nada picante
porque acá si que les gusta comer picante.
El resto de los días lo he pasado mas tranquilo, ya
terminaron la mesa con el tablón que sacaron del troncote que trajimos, ya
sacar el tablón fue otro trabajo bien complicado. Pero quedo bien linda.
Y yo mas le he pasado conversando con gente de acá, son
todos medios familiares y viven de forma muy sencilla pero son de gran corazón.
No hay agua corriente y hay que llenar unos tanques para tener para tomar y
bañarse, pero como hace tiempo que no llueve el pozo de donde sacan el agua
para todos esta medio seco y esta complicada la cosa, igual uno se va
acostumbrando y aprende a economizar el agua. Todos me tratan muy bien y me dan
de comer, hasta me cocinan sin chile solo para mí, me están haciendo engordar
de tanta comida pero siempre les parece que no como y me ofrecen más y más.
Se come mucho chile picante con todo, pero a mi me dejan
comer con poquito para que me vaya acostumbrando. Muchos huevos y frijoles y
que nunca falte las tortillas, son hechas de harina de maíz. Si nos hacen
frescas las compran y las recalientan para comerlas, no tienen mucho gusto pero
son muy buenas para acompañar la comida que sea.
Bajando el tronco para empezar a trabajar
Trabajando la madera
Cortando el tablon del tronco
La mesa terminada
Una palomita...
A pesar de que hay muchas palabras que no entiendo o no
conozco, las costumbres y usanzas son muy similares con respecto a Uruguay.
Pero de a poquito voy aprendiendo mas como hablan y ya se me esta pegando el
acento, para cuando llegue a Uruguay voy a tener una mezcla de acentos que ni
yo me voy a entender jijiji. Por ahora acá me suenan mas como españoles que
como los mejicanos que he conocido yo pero cambia mucho de zona en zona.
Y para ir terminando mi primer semana en la Cola de Caballo,
nos fuimos con Miguel y Adrián rumbo a la Laguna de Sánchez que queda entre las
sierras y que es un lugar muy lindo para visitar. Nos pasamos un rato por ahí y
la camioneta se porto muy bien, se le calentaron un poco los frenos pero aparte
de eso todo anduvo bien, la mejor parte para mi fue que me estaba quemando
mucho combustible y le saque la tapa del motor y me di cuenta de cual era la
falla y hasta la pude arreglar yo solo, lo que pasaba era que el alambrecito
que abre la entrada de aire para el carburador se había salido y no estaba
abriendo la entrada de aire en frio. Y ahora anda bien. Finalmente todas mis
metidas de mano en el motor están dando resultado
Ahora mañana vamos a ir a juntar musgo a la sierra para
vender y hacer una “lana” pero eso se los cuento cuando vuelva si las víboras
Cascabel no me agarran primero.
Gracias por leer
Juan
Juan
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