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jueves, 9 de abril de 2015

Libertad indigestada y Bucaramanga

Salimos de Valledupar con intención de llegar a Bucaramanga, y eso ya lo dice todo, porque por más buenas intenciones que teníamos no pudimos llegar ese mismo día.
Dejamos Valledupar y tuvimos que desandar un poco del camino andado para volver a la carretera para ir a Bucaramanga, al principio veníamos bien pero con el tiempo empecé a sentir que Libertad estaba fallando un poco, pero ese poco de fallo se hizo cada vez más complicado y llego el punto en que hasta se me apago la camioneta en la ruta. Por suerte prendió enseguida y seguimos pero iba a los tropezones porque no le llegaba combustible al carburador o estaba el carburador tapado, cuál era la razón no sabía pero con la experiencia del viaje al menos sabía que eran esas las opciones. Después de varios kms que no podía ir a más de 40 kms por hora o se me ahogaba la camioneta paso el tapón que había y comenzó a andar bien de nuevo, y yo pensé que ya había pasado lo peor pero no pasaron ni 20 kms mas y empezó con lo mismo así que decidí parar en el siguiente pueblo a ver si algún mecánico me bajaba el tanque de nafta y lo limpiaba.
Pasando por Pelaya nos paró otra vez más la policía ya era como la 6ta vez en el día que nos paraban pero ya que estábamos ahí aproveche y le pregunte a la policía por algún taller mecánico que fuera bueno y me mandaron lo del “Negro” que estaba a una cuadra. Ahí hablamos con “El Negro” y me dijo que por $100.000 pesos me bajaban el tanque y me limpiaba el filtro y el carburador. Y ahí se pusieron a trabajar, como era temprano pensábamos que en un par de horas íbamos a estar saliendo pero resulto que los 3 tornillos que sujetan el tanque estaba súper pegados y les llevo 2 horas y pico bajar el tanque, por suerte solo quedaban unos 40 litros de nafta en el tanque porque nos perdimos 30 minutos trasegando la nafta a unos tanques.
Tanto el tanque como el filtro como el carburador estaban llenos de basura así que fue bueno que limpiaran todo a la vez. La razón por la cual había tanta suciedad en el sistema de combustible según me dijo el mecánico es que la nafta venezolana que compre en la guajira por su buen precio tiene más octanaje que la nafta colombiana y hace que los sedimentos que tiene el tanque se aflojen y comiencen a tapar todo. No sé si será cierto pero tenía sentido ya que las dos veces que cargué nafta no se veía sucia y la segunda vez hasta tenían un paño para filtrar en el embudo así que no creo que fuera la nafta que tenía tanta suciedad.



Tras 3 horas de trabajo por fin salio el tanque de nafta,  

 Fernando "El Negro" y Juan los mecanicos de Pelaya

Para cuando terminaron de limpiar todo y armar todo de nuevo ya era bastante tarde y los chicos pensaron que era mejor quedarnos ahí y salir temprano porque yo pudiendo no manejo de noche y el negro nos dijo que nos podíamos quedar en su casa/taller a pasar la noche.
Pelaya como pueblo no tiene nada para destacar más allá de que es un horno y no corre nada de aire. Así que José y Carmen colgaron unas hamacas en el fondo de la casa, Cristina durmió en un asiento de ómnibus, yo dormí en un colchón en el piso del cuarto del mecánico y Aiko dijo que ella prefería dormir en la camioneta… muy mala decisión la de Aiko porque se murió de calor aparte del ruido continuo de la ruta. Según nos contaba Aiko, en el día ella no sentía calor y eso que iba con pantalones largos y chaqueta de hilo pero a la noche sí que sudo y paso calor jijijiji.

Cristina, Juan, :El Negro, La hija de el negro, Carmen, Yo, Jose y Aiko

Temprano a la mañana salimos rumbo a Bucaramanga, pero en el camino Libertad seguía un poco indigesta pero no tanto como antes de la limpieza y yo pensé que sería alguna basurita pequeña o alguna gotita de agua que hubiera quedado en el tanque y que ya se pasaría.
En Bucaramanga nos encontramos con Fabián, un amigo de Cristina y Carmen, que nos recibió en su casa con toda la hospitalidad colombiana a la que nos hemos acostumbrado. Nos tenían camas preparadas y hasta nos hicieron el almuerzo.
Aprovechamos la tarde para lavar ropa, usar internet y descansar un rato después de tantos días acampando y durmiendo medio incómodo.
A la noche la gente española dijo que iba a cocinar comida típica de su pueblo para deleitarnos a todos. Hicieron Gazpacho (sopa fría de tomate) y zarangollo que es un revuelto de zapallito y huevos. A mí la comida me gusto pero a los colombianos no les gusto en lo más mínimo, se lo estaban comiendo por cumplir pero cuando les vieron las caras les dijeron que no tenían que comer si no les había gustado y Fabián se calentó los restos del almuerzo para cenar jijijiji. Y Deisi nos contó que se pasó repitiendo el gazpacho toda la noche jijijiji.

Cristina, Jose y Aiko cocinando en Bucaramanga

Deisi, Aiko, David, Yo, Carmen, Fabian, Cristina y Jose
Algunos disfrutando de la comida espanola otros no tanto jijiji

A la noche nos fuimos de Rumba, hasta me convencieron a mí de salir. Fuimos al sector de bares y cuando iban a entrar un boliche a bailar yo me iba para la casa pero a José no lo dejaron entrar por tener chancletas y cambiamos de planes. Nos fuimos a un bar a tomar y estos bailaron un rato. De regreso a la casa pasamos por un restaurant chino que estaba cerrado pero en el cual estaban cantando Karaoke los empleados así que golpeamos y nos metimos. Nos recibieron muy bien, no dieron bebidas y estaban encantados con Aiko y todos nosotros que veníamos de tan lejos, algunos cantaron Karaoke y otros como yo nos quedamos observando el espectáculo jijijiji.
El domingo nos fuimos a Girón que es un pueblito colonial cerca de Bucaramanga, caminamos un rato y como hacía mucho calor nos fuimos a buscar un rio para bañarnos. El rio resulto estar más lejos de lo esperado y nos llevó como 45 minutos llegar, pero cuando llegamos el agua estaba súper fría pero como ya habíamos pagado para entrar nos quedamos y nos bañamos igual tanto en el rio como en las piscinas que tenían que estaban igualmente frías.

Pretendiendo que eran turistas de los que compran cosas jijij

Cristina, Jose, Carmen, Deisi, Yo, Aiko y David



Pasando bien en Giron

Foto muy natural


Aiko en el Balneario

Jose, Carmen y Cristina en el rio

Si, esta frio



De regreso a Bucaramanga Liberta que obviamente no había terminado de procesar su indigestión con nafta venezolana se me apago como 3 veces en los repechos y en medio del tráfico, por suerte cada vez que se apagó volvió a encender enseguida y pudimos llegar a la casa. Pero ya sabía yo que había algo más serio. Con mi limitado conocimiento de mecánica pensé que la otra opción era que la bomba de nafta estuviera fallando, por suerte el tío de Fabián es mecánico y el padre de Fabián está jubilado y quedamos que el lunes me llevaría con su cuñado para ver qué pasaba.
Lunes temprano me paso a buscar Rodolfo y nos fuimos al taller de Jorge, Jorge estaba ocupado pero nos atendió rápido y tras contarle lo que había pasado y mis sospechas de cuál sería el problema averiguo que la bomba si se conseguía pero igual dijo que antes de bajar nada lo primero era mirar el filtro de nafta que si bien lo habían lavado en Pelaya podía ser que estuviera mal o algo. Gracias a dios que él sabe más que yo porque cuando bajo el filtro estaba tan tapado que no le pasaba nada, no sé cómo Libertad seguía andando. Le cambiamos el filtro que yo tengo varios de repuesto y santo remedio, por las dudas nos fuimos a dar una vuelta que tenía un repecho muy grande y no pasó nada más. Pero mientras estábamos en el taller me mostraron que la rueda delantera del lado del chofer esta chueca y me mandaron a hacer un diagnóstico y balanceado si era posible.
En el taller de alineaciones me dijeron que la razón por la cual la rueda esta chueca son las calzas que le puse en Sincelejo para que no me tocara la cubierta contra el chasis, pero que además de eso que tengo que bajar, uno de los amortiguadores esta reventado y varias de las piezas de la dirección tienen juego y hay que cambiarlas pero no es tan urgente así que voy a ver cuándo encuentro donde y quien me lo hago. Lo más complicado es ver si se consiguen las partes pero me dicen que en Colombia hay muchas de estas camionetas y que no sería muy difícil conseguirlas…
Después del arreglo y del diagnóstico nos fuimos de Bucaramanga, nos despedimos de Fabián y de Deisi que es una de las personas que viven en el apartamento y que cocina muy bien y pusimos rumbo a Villa de Leiva.
Tras 3 horas manejando llegamos a San Gil, que son 95 kms de distancia nada más. Es que no se olviden que en Colombia no se habla en distancia sino en horas porque dependiendo de la geografía de la región es la velocidad promedio. En San Gil nos había contado Fabián había unas cataratas muy lindas pero mientras preguntamos cómo llegar y compramos comida en un centro comercial los españoles pensaron que pagar $10.000 pesos para entrar a las cascadas para salir temprano al día siguiente era un gasto innecesario, así que pedimos permiso a la administración del centro comercial y nos dejaron estacionar y dormir por la noche en el estacionamiento.

Cocinando el desayuno en el centro comercial

De San Gil nos fuimos a Villa de Leiva que eran 200 kms mas pero igual nos demoramos como 4 horas en llegar. Lo de Villa de Leiva se los cuento la próxima
Gracias por leer
Juan







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