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sábado, 28 de marzo de 2015

Tayrona y Palomino

Comenzamos el día bastante bien, desayunamos y compramos las cosas para llevar al parque porque nos habían dicho que no había mucho para comprar una vez dentro y que lo que había seria caro.
Desde Santa Marta hasta la entrada del Zaino es más o menos una hora, pero con los españoles amarretes que viajo yo nos llevó casi 2 horas entrar porque todos estaban tratando conseguir el descuento de estudiante. Primero Carmen que no podía encontrar su carne de estudiante y presento no sé cuántas cartas de la universidad pero no se las aceptaban, después se fue a buscar en su mochila y la encontró y se lo dieron, luego Jose que cuando le hicieron el carne le pusieron la fecha mal y se lo dieron como vencido así que lo abrió y le raspo la fecha y no se lo aceptaban y Cristina que se fue a un ciber a imprimir los papeles de matrícula de la universidad y lucho y lucho para que se lo aceptaran y cuando el supervisor le dijo que se lo aceptaba y le pidió el pasaporte se dieron cuenta que tenía más de 26 años y no le servía de nada ser estudiante y a José al final tampoco le aceptaron el documento plagiado. Yo mientras tanto me reía de ellos porque yo tengo mi cedula colombiana y muy contento la presente pero resulto que mi tarjeta dice “temporal” y no “residente” lo cual significo que no me dieron el descuento. Pero ya a esas alturas no quería demorar más y ya sabía que no iba a conseguir nada porque sí que eran estrictos y pague la tarifa completa.
Para que no piensen que son tan ratas, aunque si son un poquito, la diferencia del descuento era de 15 dólares.
Una vez dentro, manejamos hasta el estacionamiento y cocinamos una pasta para comer antes de meternos en el parque porque las playas son muy lindas pero solo te podes bañar en las de más adentro que están como a hora y  media caminando desde el estacionamiento.
Con las mochilas medio cargadas de comida y agua nos fuimos hasta la última zona de camping, lo curioso del parque es que esta administrado por una empresa privada y lo que no está administrado por esta empresa pertenece a capitales privados. El camping al que llegamos es el Cabo San Juan que es privado y cuando nos íbamos pasando el camping porque la idea era ir a dormir a una playa más allá del camping nos dijeron que no se podía y saz la quedamos, pero como todos están en plan ahorro total, fuimos y pagamos por 3 aunque éramos 5, pero como no había mucho control de nada nadie se dio cuenta.

No es muy linda pero si me parecio interesante que solo le quedaran las plumas de las alas

Alguien se tomo la molestia de hacer un monton de caritas con arena en una palmera, espero no fueran un rito vodoo

Esa tarde la pasamos tirados en la playa mirando el atardecer y luego se no fue la noche mirando las estrellas y hablando de cualquier cosa. Como mi carpa es para 2 solo dormimos 3 en la carpa y 2 se metieron en el quincho que tiene hamacas y se acostaron en unas hamacas que estaban vacías.

Atardercer en el Tayrona

Playa Nudista, es la ultima playa en el parque no habia nadie....

Carmen, Crstina, Carmen y Jose mirando las estrellas y sonando en lo bueno que seria ser ricos jijiji

A las 5 40 que sale el sol nos despertamos porque ya estaba haciendo calor en la carpa y había mucha claridad. Desayunamos y tras descubrir que Pepelín, uno de EEUU que se nos había unido en el camping, tenía machete nos pusimos a comer cocos. 

A bajar cocos 

 Jose y Yo intentando inventar una pajita para tomar el agua con una lapicera

Carmen, Carmen, Pepelin, Cristina y Jose

Después yo me fui a hacer una caminata a unas ruinas que estaban en la sierra, solo tenía mis hawaianas así que termine haciendo la caminata descalzo que a la vuelta fue complicado porque se estaba calentando las piedritas del camino jijijiji.

Camino a Pueblito








 Pueblito

Otras horas tirados en la playa haciendo poco y nada y nos decidimos volver hasta la camioneta caminando para cocinar arroz para la cena, yo iba medio apurado pero Cristina y José que iban conmigo me decían que no me apurar que iba a estar todo bien porque supuesta mente no se puede andar por los caminos durante la noche. Pero a la vuelta que nos agarró la noche se arrepintieron un poco porque no veían nada y estaban un poco perdidos, por suerte José tenía una linternita y como ya estábamos cerca no pasó nada. Imagínense el calor que hacía que el arroz llego caliente después de haber caminado una hora y media para volver al camping.

 Tayrona

 Cristina con la sirenita durmiente

La querian despertar pero no sabian que el secreto era un beso de amor puro

La leyenda de la sirenia durmiente 

  A los espanoles les gusta mostrar el culo

Carmen, Cristina y Jose

Otro atardecer en el Tayrona 




Después de la cena yo estaba liquidado porque estaba medio quemado del sol, había caminado mucho y no estaba comiendo mucho porque con tanto calor no me da hambre y me fui a acostar pero esa noche no había hamacas libres y terminamos durmiendo 5 en la carpa lo cual no es lo más cómodo del mundo, porque el piso estaba súper duro pero no te podías mover mucho porque te pechabas con todo el mundo jijijijij, así que medio mal dormimos hasta que salió el sol, pero 2 se terminaron yendo de la carpa a media noche y ahí quedamos un poco más cómodos.
El tercer día lo pasamos en la playa disfrutando del mar que estaba bastante frio y del sol, y nos volvimos temprano a la camioneta para irnos a Palomino que es otro pueblito con playa pero que se puede hacer surf.
Llegamos a Palomino casi de nochecita y nos pasamos 20 minutos esperando que la cuidadora de un hotel llamara al dueño para preguntar el precio de la habitación así que nos fuimos y andando por el pueblo llegamos al hostal Galería que nos dejó estacionar la camioneta y poner una carpa por 10 dólares por los 5 que nos resultó muy buen negocio. El pueblo es chiquito y no tiene mucha infraestructura y ahora menos porque se había quemado una torre de teléfonos e internet y no había internet en todo el pueblo que me ha hecho atrasar con el blog jijijijij.
Aparte del surf que no salió porque nos querían cobrar 10 dólares la hora para alquilar una tabla y encima las olas no estaba muy buenas no había mucho para hacer en la playa pero nos contaron de que se podía ir rio arriba por un camino y bajar flotando en una cámara de camión hasta llegar a la playa. Con José nos fuimos al rio pero sin las cámaras porque no queríamos gastar y las chicas se fueron a la playa. Nosotros nos perdimos y terminamos caminando como 45 minutos de más en una subida bestial pero al final llegamos al punto que teníamos que llegar y nos fuimos nadando y flotando hasta que nos aburrimos y no llegamos a la playa porque nos pareció muy lejos.
A las chicas las encontramos conversando con unos de la zona y cocinando arroz de coco que es un plato típico de la parte de la costa y que está muy rico por cierto, y nos quedamos todos comiendo.
Al otro día tras una reunión de grupo decidimos quedarnos un día más antes de irnos rumbo al Cabo de la Vela y nos fuimos todos al Rio de nuevo, esta vez ya nos ahorramos los 45 minutos extras así que estuvo más lindo pero tampoco llegamos hasta la playa porque nos dio hambre jijijiji.
El resto de la tarde se nos fue buscando comida y haciendo nada, que la verdad es lo que más extrañaba de viajar, el poder hacer nada todo el día pero no sentir que estás haciendo nada porque se te va la tarde hablando o buscando un lugar fresco para echarte una siesta o cosas por el estilo. Además que Juan el dueño del hostal era un personaje y nos mantuvo muy entretenidos también.
El sábado nos fuimos a Riohacha que es la capital del departamento de La Guajira que cumplía sus 50 años de creación y coincidía también con el festival de Vallenato que es estilo musical muy colombiano y ahí nos quedamos. 
Gracias por leer

Juan

lunes, 23 de marzo de 2015

Cartagena, Sincelejo y otros rumbos

Regrese a Colombia…. qué lindo que se siente no tener que trabajar y poder hacer lo que quiero, aunque en Inuvik tampoco esta tan difícil jijijiji.
Antes de contarles como ha sido mi regreso les cuento rapidito que el año pasado cuando subí desde Quito hasta Sincelejo para irme a Inuvik, tuve unos percances en la carretera. Resulta que venía desde Quito muy bien, con buen tiempo y mejor cara ya que no había mucho tráfico y había levantado gente en el camino que me habían conversado así no se me hacía tan aburrido el viaje pero cuando estaba por llegar a un pueblo donde iba a pasar la noche pare a pagar en un peaje y se me apago la camioneta, y ya no quiso volver a prender…. Lo peor de todo que ya estaba bastante obscuro y yo sin idea de que hacer, bueno me empujaron para adelante porque estaba bloqueando la ruta y cuando me baje el ejercito que me dice que ahí no se podía parar y yo explicándoles que no era que estaba parado que estaba la camioneta rota, por suerte un guardia de seguridad me dijo que más adelante había un mecánico de motos a ver si él me podía ayudar. Y me fui caminando como 300 metros hasta donde había un pequeño parador y un mecánico de motos le explique lo que había pasado y me dijo que la mecánica es igual en los motores que él lo miraba a ver si podía ayudarme. Se cargó un bidón con herramientas al hombro y salimos, ni bien llegamos destapamos el motor y se puso a mirar la parte eléctrica y me dijo que el problema era que la bobina estaba caliente que eso era porque estaba fallando que la iba a enfriar para que me dejar llegar al siguiente pueblo y que ahí la tenía que cambiar pero por suerte yo tenía una bobina de repuesto y la cambiamos ahí mismo.
Santo remedio le dimos arranque y sin problemas prendió mi querida Libertad, pero de repente empezó a sonar como metal contra metal y a salir humo de un ruleman. Ahí mismo el mecánico me dijo que él no me podía ayudar con eso porque no tenía las herramientas para extraer la polea que era donde estaba el problema pero que cuando llegara a Popayán lo hiciera ver porque eso no iba a durar mucho, le puso un poco de nafta para lubricar y me dijo que estaba todo listo. Solo me cobro 30.000 pesos que son 15 dólares así que me salió baratísimo. Y encima me dejo estacionar enfrente del taller para pasar la noche porque no me animaba a seguir por la ruta por la noche sin saber si las cosas iban a aguantar.

Como hace mucho tiempo que saque la foto me olvide del nombre del mecanico pero le estare muy agradecido por su ayuda el resto del viaje

Al otro día Libertad arranco de primera y me fui hasta Popayán que estaba como a 100 kms, llegue al hotel donde había estado antes y me recomendaron un mecánico. Fui y el mecánico me dijo que si yo sacaba la polea el la arreglaba. Así que tuve que buscar otro mecánico para sacar la polea del aire acondicionado donde estaba el ruleman que estaba fallando. Tuve que hablar con 3 mecánicos hasta encontrar uno que me lo pudiera hacer en el momento, nos llevó una hora sacar el motor del aire acondicionado para llevárselo al primer mecánico, ahí le saco la polea y cuando le iba a sacar el ruleman se partió y tuvimos que ir a una tornería a sacarlo, después de vuelta para el primer mecánico que se dio cuenta en ese momento que no tenía el ruleman que llevaba y si no me lo conseguía no podía seguir andando, pero bueno encontró uno que casi casi era igual y tuvimos que ir de nuevo a la tornería a que me hicieran un aro de metal para que el ruleman calzara bien, después de hacer eso pusieron el ruleman y de ahí volví al otro mecánico para poner todo en orden de nuevo para poder irme. Las vueltitas esas me costaron 4 horas y me atrasaron un montón pero bueno si no lo arreglaba capaz ni volvía a Sincelejo pero por suerte eso quedo bien y hasta ahora no parece que vaya a darme más problemas por el resto del viaje o por lo menos eso espero porque estando en Canadá quise comprar una polea nueva con el ruleman nuevo y no las hacen más, ups…. Así que esperemos que el arreglo este dure bastante.



Este mecanico no me acuerdo como se llamaba pero tampoco me interesa al final me complico el dia y me cobro carisimo por hacer cagadas

Justo antes de que se partiera el ruleman

Ahi se ve que faltan la mitad de las bolillas en el ruleman

El tornero sacando el ruleman partido

Haciendo un aro para que calzara el ruleman, gracias a dios este hombre si sabia lo que hacia

Y de este mecanico tampoco me acuerdo del nombre pero si fue muy simpatico y me dejo todo armadito y funcionando bien

Ahora si volviendo a la actualidad
Llegue a Bogotá y tenía 4 horas de espera en el aeropuerto para tomar la conexión a Cartagena, pero faltando una hora y poco para mi vuelo se sacudió el aeropuerto, yo pensé que como estaba en el segundo piso que era algún camión pesado pasando por debajo que movía los cimientos pero fue una sacudida un poco fuerte para eso pero de ahí no paso. Pero a los 2 minutos se empezó a mover de nuevo y no paraba y ahí todos empezaron a correr para ponerse cerca de columnas porque lo que estaba pasando era un pequeño terremoto jijijiji. Para cuando me di cuenta y me pare y me fui a un lugar un poco más seguro ya había parado, hubo quien se puso a rezar y alguno que lloro un poco también, para mí no daba para tanto. Igualmente cuando termino el temblor se activaron las alarmas de incendio y comenzó una voz a decir que nos dirigiéramos a las salidas de emergencia más cercana sin correr, pero cuando fuimos a la salida de emergencia estaba trancada y los dos guardias que estaban ahí llamaron para que la abrieran y nada. Pasó un minuto y seguíamos sin poder salir pero empezaron a decir que no era necesario evacuar pero las alarmas seguían y por los altoparlantes seguían diciendo que teníamos que evacuar. Pero después llego un bombero y nos dijo que el problema era que las alarmas se habían activado por el temblor porque están alineadas con láser y que los altoparlantes eran automáticos que nos quedáramos tranquilos.
Por suerte no se atrasó el vuelo y llegue a Cartagena sin más percances jijijiji. Salí del aeropuerto y me fui al centro al hostal que ya conocía.
El plan, que como siempre nunca me sale, era pasar una noche en Cartagena he irme para Sincelejo a encontrarme con mi querida Libertad pero antes de salir le tenía que extender el permiso a Libertad, pero no era tan fácil como me imaginaba me dijeron que iba a demorar por lo menos 2 días así que tuve que cambiar de planes y quedarme en Cartagena más días. Por suerte no me fue tan mal porque justo ese fin de semana era el 50 Festival de Cine de Cartagena y con más de 500 películas gratis para ver no pintaba tan mal. Lamentablemente no pude ni ver una película porque el miércoles solo pasaban una película y esa no era entrada libre era solo con invitación o para personas acreditadas, y el jueves que fuimos a ver una película resulto que era tan mala que nos fuimos a los 20 minutos, la película se llama, El ruido Rosa, la elocuencia del silencio. Me hizo acordar a Whisky la película uruguaya más mala que he visto hasta ahora pero que es la que más premios ha ganado igualmente yo no recomiendo ninguna de las dos.
En los 2 días que me quede en Cartagena conocí a Carmen, Cristina, Carmen y Jose, 4 españoles que están viajando por américa, las primeras dos vienen bajando desde Costa Rica y los otros 2 vienen subiendo desde Argentina y  se conocieron un día antes de casualidad pero en realidad tienen amigos en común porque son de la misma ciudad en España. Y también en esos días cambie de planes y decidí no cruzar por Venezuela y pasar hasta las Guayanas Francesas y hacer Colombia y Ecuador en estas vacaciones cortitas que me tengo. Así que los invite a viajar conmigo a los 4 españoles que se subieron a Libertad más rápido que ligero jijijiji.

Así que el viernes a medio días nos fuimos para Sincelejo con Carmen y Cristina porque yo le avise a Rodrigo que venía con 2 invitadas y no con 4 así que los otros se quedaron en Cartagena con la idea de reencontrarnos todos en Santa Marta. Llegamos a Sincelejo por la noche y nos fuimos a la rectificadora donde como siempre Rodrigo nos recibió con los brazos abiertos. Fuimos a cenar a la pizzería Nonnina para saludar a Piera, Zorro, Jorge, Karina y los niños y nos fuimos a acostar porque al otro día la idea era hacerle una revisión y un poco de mantenimiento a Libertad.

Karina, Cristina, Yo, Jorge, Piera, Carmen


 Yo, Carmen, Rodrigo y Cristina

 Carmen comprando verduras
 


Sábado temprano después desayunar unas ricas arepas de huevo, nos fuimos al taller de Roiman quien como siempre me recibió muy bien y enseguida se pusieron a trabajar en arreglar los detalles que yo le quería hacer, le pusimos bobina nueva, trompo de aceite, cambiamos el aceite, filtro de nafta, le pusimos unos sujetadores nuevos a los frenos para que no chillen tanto y le quería poner un cable nuevo para el freno de mano porque el cable está cortado pero el que compre no sirvió así que sigo sin freno de mano. Pero todo esto nos llevó casi toda la mañana y parte de la tarde y después nos volvimos a la rectificadora a limpiar la camioneta por dentro que a pesar de que deje todo bien cerrado y bicarbonato de sodio abierto para absorber la humedad había un poco de olor y un poquitito de hongos pero no tanto como en Panamá.

Yo y Roiman 

Carmen, Cristina, Roiman y Yo con la camioneta a punto 

Hasta los clientes se coparon con la idea del viaje

 La limpieza termino súper tarde y cuando terminamos nos cocinamos una tortilla de papas y Carmen se fue a acostar que Rodrigo las puso en un apartamento cerquita de la rectificadora y con Cristina nos quedamos conversando un ratito más porque tanto a ella como a mí nos cuesta mucho hablar, así que cuando se fue para el apartamento Carmen se había dormido tan profundamente que se quedó afuera jijijiji, por suerte Anuar que le había tocado compartir el cuarto conmigo la dejo acampar en el cuarto también jijijiji.
Domingo terminamos de armar la camioneta que había quedado ventilando toda la noche y nos fuimos con Pocho y su familia para Puerto Viejo que es una playa a 45 minutos de Sincelejo, pasamos la tarde en el mar caribeño súper calentito a la sombra de las palmeras y comiendo cocos. Y por la noche cuando volvimos nos llevaron a comer a una placita, me comí 2 patacones rellenos que son un plátano verde entero frito, luego lo aplastan, lo pasan por vinagre y lo fríen otra vez, de ahí lo cubren de lechuga, queso y tomate y queda riquísimo.


Maria y Carmen comprando pulseritas

Pocho, Maria y Cristina

Maribel haciendose trenzas 


Carmen bajando cocos

Yo, Cristina, Pocho, Carmen y Maria 

Yo, Maribel, Pocho, Carmen y Cristina 


Playa del Puerto Viejo

Como no estábamos muy llenos, estábamos a punto de explotar no fuimos a la pizzería a conversar pero terminamos comiendo helado con dulce de leche y casi reventamos jijijiji.
El lunes lo último que me quedaba por hacer era levantar mi cedula colombiana, ahora ya soy ciudadano uruguayo y residente de Canadá y Colombia. Y también le lleve a arreglar el motor de la ventanilla del lado del chofer que me estaba dando problemas pero parece ser que era solo el contacto así que veremos si era cierto.

Carmen, Cristina y un nino de 10 meses que parecia de 2 anos

Desde Sincelejo nos fuimos al medio día rumbo a Santa Marta en donde levantamos a Jose y Carmen de la terminal. Y cuando paramos a un colombiano que iba al súper para preguntarle donde había algún hotel nos terminó acompañando a 2 hoteles y hasta fue a ver las habitaciones con nosotros jijijiji.

Entrando a Barranquilla 

Camion con carita feliz 

Parque en Barranquilla 

Rumbo a Santa Marta 




Carmen leyendo en la camioneta



Y ya el martes nos fuimos a comprar comida para ir al Tayrona que es un parque nacional muy lindo que está en la costa pero eso se los cuento después para no aburrirlos
Gracias por leer
Juan