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miércoles, 1 de abril de 2015

La Guajira

Llegamos a Riohacha y yo contento de estar en la guajira porque como es un departamento plano se avanza rápido y las carreteras están en buen estado sin tener demasiados peajes jijijiji. Además que la nafta va bajando de precio cuando más te acercas a la frontera con Venezuela porque la traen de contrabando y es mucha la diferencia. Igual es gracioso ver los puestos de nafta por la carretera vendiendo nafta totalmente ilegal y nadie les dice nada o sea que yo muy inocentemente me imagino que “colaboran” con las autoridades para que nadie diga nada.
En Riohacha tras el ahora típico, busque lo más barato que hay para dormir y luego regatee hasta que nos terminen pagando por dormir ahí, conseguimos un hotel que nos dejaba dormir a los 5 en una habitación con colchones en el piso por $50.000 lo cual es una gran rebaja del primer hotel que quería $200.000. Salimos a dar una vuelta por la rambla a conocer un poco y ver como venía el ambiente del festival pero nos olvidamos de las cámaras de fotos así que se tendrán que imaginar una rambla llena de gente vendiendo comida y chucherías con mucha gente caminando y comprando.
Lo que me llamo la atención pero aun así no tengo fotos es como organizaban el escenario. Porque estaba todo vallado y tenías el sector VIP 1, el VIP 2 y la zona popular pero después había como 3 palcos que tenían nombre de marcas de cerveza que eras los mayores auspiciantes me imagino y con la entrada a cualquiera de la zonas pagas te daban cervezas, básicamente comprabas las cervezas con la entrada y cuanto más querías tomar más cerca del escenario te ibas a quedar jijijiji. Nosotros obviamente nos quedamos detrás de la valla de la parte gratis que también estaba llena de vendedores y era en la playa, pero en la parte popular había dos pantas gigantes que al final veías el escenario muy cerquita aun desde la zona gratis.
Yo no sé si era muy temprano o si estaban todos muy sobrios o que paso pero en el rato que estuvimos nosotros no vimos a nadie bailar y eso que supuestamente estos eran los mejores exponentes del “Vallenato”, igualmente como no soy muy amante de la música me aburrí rápido y me fui luego de ver 2 grupos en la batalla de las bandas, el resto se quedaron un ratito más pero no mucho.
Al otro día nos fuimos a una playa que estaba cerca de Riohacha antes de salir para el Cabo de la Vela, la playa se llama Mayapo y está muy linda pero como pasa en muchas partes el turismo transforma la playa y la gente que vive ahí. De entrada toda la playa está llena de techitos para sombra con mesas y sillas pero obvio que hay que consumir para usarlas. Dejamos la camioneta en una sombra de un árbol y le pregunte si me cobraban por dejar la camioneta ahí. Para mi sorpresa me dijeron que no y nos fuimos a caminar un poco, terminamos quedando en un techito porque los chicos se tomaron un cerveza y nos ganamos el derecho a sombra. El agua muy linda y la playa bien limpia, pero si daba frio salir del agua porque había mucho viento y el agua estaba más bien fría.
Nos pasamos la tarde leyendo y conversando. A media tarde pedimos un pescado frito para almorzar, bueno pedimos 3, y no solo demoraron más de una hora en hacerlo sino que lo trajeron frio y por si fuera poco lo que nos estaban cobrando nos dieron una muestra gratis de arroz y de patacones y lo que supuestamente era la ensalada literalmente eran 3 pedazos de cebolla y 1 de tomate. Nadie quedo contento pero lo comimos igual, pero cuando fuimos a llevar los platos vimos que a una familia de colombianos que estaban comiendo en otro techito les dieron el plato bien lleno, es otro ejemplo más de lo que pasa cuando te ven cara de turista, yo iba a pagar e irme pero ellos se fueron a quejar y nos regalaron un plato y solo nos cobraron 2 que fue un poco más justo pero igualmente ya me dejo con mala impresión del lugar y su gente. Para rematar la tarde Carmen, Cristina y Jose se dieron un masaje de 15 minutos que según ellos fue maravilloso y los dejo muy relajados, yo creo que más que nada les aflojo los nudos y contracturas que tienen de dormir en hamacas y de cargar las mochilas igualmente ellos quedaron muy contentos.





Playa de Mayapo

Carmen y Jose en Mayapo

Carmen, Cristina, Yo y Jose esperando el almuerzo, cuando no sabiamos todavia que nos iban a estafar

Las masajistas 

Volvimos a Riohacha a pasar la noche, volvimos a ir a la zona del festival pero como era domingo estaba súper lleno y nos dio pereza hacer la fila para entrar a la zona detrás de la gratis porque la presencia policial era muy grande y a los hombres nos registraban uno por uno para ver si no portábamos armas. Así que nos fuimos con Jose y Carmen a caminar por un muellecito que tienen ahí y no mucho más.

Carmen y Jose en Riohacha con las luces del festival de Vallenato de fondo

Lunes salimos para Cabo de la Vela, yo medio preocupado porque hay muchos comentarios de que pasando la Ciudad de Uribía la carretera no está asfaltada ni señalizada y que los Wayuu que son los indígenas de esa zona son de andar armados y de  asaltar vehículos. Pero bueno en peores lugares me he metido dije yo y para allá salimos. Cargamos provisiones de comida y agua y salimos.
La carretera hasta Uribía en buenas condiciones pero pasando de la entrada de Uribía empezaba el balastro, estaba un poco picada por las piedras pero en bastante buen estado, lo que yo no sabía era que desde Cerrejon que es una mina de carbón sale un tren que va hasta Puerto Bolívar que es pasando el Cabo y la carretera esta de balastro es como de acceso y mantenimiento de la vía así que había bastante señalización, preguntando en Uribía nos dijeron que había un cartel que decía Cabo de la Vela en el camino o si no podíamos seguir hasta Puerto Bolívar y de ahí retornar por la costa hasta el Cabo, además en el camino la gente del mantenimiento de la vía nos comentaron que había una entrada en el km 103 que estaba buena pero esa entrada nunca la vi.
Desde Uribía estaban muy bien marcados los mojones en la carretera pero también había marcadas las entradas por kms a la vía férrea que estaba desfasada con los kms de la carretera por una diferencia de 2 o 3 kms. En el km 124 de la carretera hay un cartel muy grande que dice Cabo de la Vela 17kms y ahí te metes en un camino que cada vez se hace más chico y del cual salen varios más pero todos parecen reencontrarse más adelante yo igual seguí el más grande todo el tiempo, para mi sorpresa vi 3 carteles más en ese camino que me devolvían la seguridad de que iba en buen camino y por fin llegamos la costa, 5 minutos más y llegamos al Cabo, la carretera está en mal estado pero es transitable aunque yo no me metería con un auto bajito, para eso me iría hasta Puerto Bolívar que es más lejos pero me dijeron luego que el camino es mejor.







Manejando en la Guajira




Cada vez menos vegetacion

Alex, Carmen y Jose llegando al Cabo de la Vela

Una cancha de Basquetball en el medio del desierto se merece una foto

El Cabo de primera vista es muy lindo, el agua azul cristalino y todas las casitas de madera ofreciendo nafta y alojamiento jijijiji. Lo atravesamos todo y volviendo paramos a preguntar en uno de los refugios que hay para acampar. Nos recibió “twenty” que nunca supimos si era el nombre real o un apodo pero que cuando se presentó a Cristina le pareció que le estaba diciendo el precio y se puso a regatear enseguida jijijiji. Al final nos salió muy económico porque nos cobraron $10.000 pesos por un techito por los 5, igualmente era solo eso, un techito con 3 paredes, no había baños para eso estaba o la playa o había que caminar una cuadra hasta unas dunas de arena minadas (porque eran el baño del pueblo) y encontrar un lugarcito donde dejar otra mina más.
Enseguida que nos bajamos nos invadieron como 10 niños, algunos hijos de Twenty y Blanca otros eran vecinos. También medio pronto llegaron unas vendedoras de artesanías Wayuu pero por suerte no habían muchos ni volvían cada 5 minutos a insistir. Los niños por otra parte si volvían a cada rato, había que tener cuidado porque se subían todo y todo tocaban pero bueno es la curiosidad natural de los niños.



Aprendiendo las banderas


Arreglando la red para Manta Rayas

Estacion de Servicio en el Guajira jijijij

Nuestro refugio


Vendedora Wayuu tejiendo un bolso



Cristina entreteniendo a los ninos

Unico mural que vi en todo el Cabo


Playa del Cabo

3 días de playa, sol y viento. Porque estábamos frente al mar, pero como la Guajira es un desierto todas las tardes volaba un viento bastante fuerte desde el desierto al mar que me hizo agradecer que tuviéramos el refugio para que nos protegiera del viento. Los refugios los hacen con palos de árboles que traen del sur y con madera que sacan del corazón del cactus seco. Los árboles se los dan garantizados por 5 años pero la madera del cactus tiene garantía de 50 años siempre y cuando cada 10 años la saquen y le saquen la tierra y el polvo que se le acumulan.





Atardecer en el Cabo

El campamento


Cristina y Carmen


Carmen cocinando



Como todas las tarde hay viento el Kite surf es muy popular

Acarreado la lena para la fogata de la noche

Jose ayudando a cocinar 

Nos levantábamos todos los días antes del amanecer porque ya hacía calor y el resplandor te hacía pensar que eran las 10 de la mañana. De ahí nos tirábamos en las hamacas a descansar y desayunar.
El segundo día nos fuimos caminando hasta El Pilón de Azúcar que es una  piedra muy grande que tiene una virgen encima pero que da una muy buena vista de la zona, pero nosotros no muy inteligente nos fuimos descalzos pensando que como era desierto iba a ser todo arena, la primer media hora sí, pero después cada vez había más piedras y al final subimos el Pilón que era un camino de piedras puntiagudas y calientes por el sol…. Los pies me quedaron a la miseria jijijiji, me pasa por bruto, pero también fue el único que se volvió caminando el resto esperaron unas horas y se volvieron en auto de gente que había ido andando hasta el Pilón.



Camino al Pilon








Vistas desde el Pilon

Cristina que queria saltar al agua

No sé si fue casualidad o al camioneta y el movimiento pero todos los días llegaba más gente a los refugios donde estábamos nosotros, primero llegaron 3 italianos, luego un francés, el segundo día una Japonesa y el tercer día 3 argentinos.
El tercer día nos fuimos a ver el atardecer al faro que si bien el faro era una desgracia el punto también era muy favorable para la vista y se veía muy lindo.

Carmen y Cristina en el Faro


Carmen y Aiko en el faro

Jean Marco, Yo, Carmen y Cristina en el faro



Cerro de la cruz

Por las noches prendíamos fogatas en la arena porque Manuel uno de los chicos era medio piro maníaco y se traía una carga de leña todas las tarde para prender una buena fogata y hasta que no quemaba todo no se iba a dormir jijijiji. Una de esas noches me quede conversando con Aiko hasta tarde y vimos la puesta de la luna que justo antes de ponerse se puso roja y se veía muy linda.

Luna roja

El cuarto día era el día de salida, pero como solo hay una camioneta de pasajeros y carga que sale del Cabo y es a las 4 30 am, todos me pidieron a mí para salir conmigo, así que entramos 5 y cuando salimos éramos 10 con mochilas y todo. Pobre Libertad iba cargada hasta las manijas pero se portó bien y aunque no llenamos de tierra en el camino hasta Uribía llegamos bien. 5 se bajaron en 4 Vías de Maicao pero no fueron los 5 que se subieron en Cabo porque una de las Carmenes se bajó ahí porque iba para Barranquilla y nosotros nos quedamos con Aiko que iba para Valledupar porque hace 4 meses que vive ahí y está intentando aprender a tocar el acordeón para tocar Vallenato.

Aiko, Jose, Jean Marco, Patricia, John, Cristina, Carmen, Carmen y Rafael (de espaldas)

Aiko, Jose, Jean Marco, Patricia, John, Rafael, Cristina, Carmen y Carmen todos estos venian adentro de Libertad un poco apretados jijiji pero salimos

Llegando a Valledupar Aiko nos invitó a quedarnos en su casa y como ya se estaba haciendo tarde nos quedamos. Igualmente no era tan tarde porque nos dio para ir a un rio en el que se puede bañar y nadar y nos vino muy bien para sacarnos el agua salada del cuerpo porque los 4 días que estuvimos en el cabo nadie se bañó con nada que no fuera agua salada y el pegote era grande jijijiji. En el rio había una señora lavándoles el pelo a sus hijas y todos se fueron a pedirle shampoo para lavarse el pelo y la señora hasta le refregó el pelo a Carmen y Aiko fue muy divertido.



Cristina y Jose pidiendo shampoo a la Dona

Con los pelos limpios disfrutando del sol

Durante la cena en la casa de Aiko, no sé si fue que la convencimos o si ella nos convención a nosotros pero la cuestión que quedo arreglado para que se viniera con nosotros hasta Bucaramanga jijijiji. Pero eso es para otro día porque esto ya está largo
Gracias por leer
Juan