Salimos de
Valledupar con intención de llegar a Bucaramanga, y eso ya lo dice todo, porque
por más buenas intenciones que teníamos no pudimos llegar ese mismo día.
Dejamos
Valledupar y tuvimos que desandar un poco del camino andado para volver a la
carretera para ir a Bucaramanga, al principio veníamos bien pero con el tiempo empecé
a sentir que Libertad estaba fallando un poco, pero ese poco de fallo se hizo
cada vez más complicado y llego el punto en que hasta se me apago la camioneta
en la ruta. Por suerte prendió enseguida y seguimos pero iba a los tropezones
porque no le llegaba combustible al carburador o estaba el carburador tapado, cuál
era la razón no sabía pero con la experiencia del viaje al menos sabía que eran
esas las opciones. Después de varios kms que no podía ir a más de 40 kms por
hora o se me ahogaba la camioneta paso el tapón que había y comenzó a andar
bien de nuevo, y yo pensé que ya había pasado lo peor pero no pasaron ni 20 kms
mas y empezó con lo mismo así que decidí parar en el siguiente pueblo a ver si algún
mecánico me bajaba el tanque de nafta y lo limpiaba.
Pasando por
Pelaya nos paró otra vez más la policía ya era como la 6ta vez en el día que
nos paraban pero ya que estábamos ahí aproveche y le pregunte a la policía por algún
taller mecánico que fuera bueno y me mandaron lo del “Negro” que estaba a una
cuadra. Ahí hablamos con “El Negro” y me dijo que por $100.000 pesos me bajaban
el tanque y me limpiaba el filtro y el carburador. Y ahí se pusieron a
trabajar, como era temprano pensábamos que en un par de horas íbamos a estar
saliendo pero resulto que los 3 tornillos que sujetan el tanque estaba súper
pegados y les llevo 2 horas y pico bajar el tanque, por suerte solo quedaban
unos 40 litros de nafta en el tanque porque nos perdimos 30 minutos trasegando
la nafta a unos tanques.
Tanto el
tanque como el filtro como el carburador estaban llenos de basura así que fue
bueno que limpiaran todo a la vez. La razón por la cual había tanta suciedad en
el sistema de combustible según me dijo el mecánico es que la nafta venezolana
que compre en la guajira por su buen precio tiene más octanaje que la nafta
colombiana y hace que los sedimentos que tiene el tanque se aflojen y comiencen
a tapar todo. No sé si será cierto pero tenía sentido ya que las dos veces que cargué
nafta no se veía sucia y la segunda vez hasta tenían un paño para filtrar en el
embudo así que no creo que fuera la nafta que tenía tanta suciedad.
Tras 3 horas de trabajo por fin salio el tanque de nafta,
Fernando "El Negro" y Juan los mecanicos de Pelaya
Para cuando
terminaron de limpiar todo y armar todo de nuevo ya era bastante tarde y los
chicos pensaron que era mejor quedarnos ahí y salir temprano porque yo pudiendo
no manejo de noche y el negro nos dijo que nos podíamos quedar en su
casa/taller a pasar la noche.
Pelaya como
pueblo no tiene nada para destacar más allá de que es un horno y no corre nada
de aire. Así que José y Carmen colgaron unas hamacas en el fondo de la casa,
Cristina durmió en un asiento de ómnibus, yo dormí en un colchón en el piso del
cuarto del mecánico y Aiko dijo que ella prefería dormir en la camioneta… muy
mala decisión la de Aiko porque se murió de calor aparte del ruido continuo de
la ruta. Según nos contaba Aiko, en el día ella no sentía calor y eso que iba
con pantalones largos y chaqueta de hilo pero a la noche sí que sudo y paso
calor jijijiji.
Cristina, Juan, :El Negro, La hija de el negro, Carmen, Yo, Jose y Aiko
Temprano a
la mañana salimos rumbo a Bucaramanga, pero en el camino Libertad seguía un
poco indigesta pero no tanto como antes de la limpieza y yo pensé que sería
alguna basurita pequeña o alguna gotita de agua que hubiera quedado en el
tanque y que ya se pasaría.
En
Bucaramanga nos encontramos con Fabián, un amigo de Cristina y Carmen, que nos
recibió en su casa con toda la hospitalidad colombiana a la que nos hemos
acostumbrado. Nos tenían camas preparadas y hasta nos hicieron el almuerzo.
Aprovechamos
la tarde para lavar ropa, usar internet y descansar un rato después de tantos
días acampando y durmiendo medio incómodo.
A la noche
la gente española dijo que iba a cocinar comida típica de su pueblo para
deleitarnos a todos. Hicieron Gazpacho (sopa fría de tomate) y zarangollo que
es un revuelto de zapallito y huevos. A mí la comida me gusto pero a los
colombianos no les gusto en lo más mínimo, se lo estaban comiendo por cumplir pero
cuando les vieron las caras les dijeron que no tenían que comer si no les había
gustado y Fabián se calentó los restos del almuerzo para cenar jijijiji. Y
Deisi nos contó que se pasó repitiendo el gazpacho toda la noche jijijiji.
Cristina, Jose y Aiko cocinando en Bucaramanga
Deisi, Aiko, David, Yo, Carmen, Fabian, Cristina y Jose
Algunos disfrutando de la comida espanola otros no tanto jijiji
A la noche
nos fuimos de Rumba, hasta me convencieron a mí de salir. Fuimos al sector de
bares y cuando iban a entrar un boliche a bailar yo me iba para la casa pero a José
no lo dejaron entrar por tener chancletas y cambiamos de planes. Nos fuimos a
un bar a tomar y estos bailaron un rato. De regreso a la casa pasamos por un
restaurant chino que estaba cerrado pero en el cual estaban cantando Karaoke
los empleados así que golpeamos y nos metimos. Nos recibieron muy bien, no
dieron bebidas y estaban encantados con Aiko y todos nosotros que veníamos de
tan lejos, algunos cantaron Karaoke y otros como yo nos quedamos observando el
espectáculo jijijiji.
El domingo
nos fuimos a Girón que es un pueblito colonial cerca de Bucaramanga, caminamos
un rato y como hacía mucho calor nos fuimos a buscar un rio para bañarnos. El
rio resulto estar más lejos de lo esperado y nos llevó como 45 minutos llegar,
pero cuando llegamos el agua estaba súper fría pero como ya habíamos pagado
para entrar nos quedamos y nos bañamos igual tanto en el rio como en las
piscinas que tenían que estaban igualmente frías.
Pretendiendo que eran turistas de los que compran cosas jijij
Cristina, Jose, Carmen, Deisi, Yo, Aiko y David
Pasando bien en Giron
Foto muy natural
Aiko en el Balneario
Jose, Carmen y Cristina en el rio
Si, esta frio
De regreso
a Bucaramanga Liberta que obviamente no había terminado de procesar su
indigestión con nafta venezolana se me apago como 3 veces en los repechos y en
medio del tráfico, por suerte cada vez que se apagó volvió a encender enseguida
y pudimos llegar a la casa. Pero ya sabía yo que había algo más serio. Con mi
limitado conocimiento de mecánica pensé que la otra opción era que la bomba de
nafta estuviera fallando, por suerte el tío de Fabián es mecánico y el padre de
Fabián está jubilado y quedamos que el lunes me llevaría con su cuñado para ver
qué pasaba.
Lunes
temprano me paso a buscar Rodolfo y nos fuimos al taller de Jorge, Jorge estaba
ocupado pero nos atendió rápido y tras contarle lo que había pasado y mis
sospechas de cuál sería el problema averiguo que la bomba si se conseguía pero
igual dijo que antes de bajar nada lo primero era mirar el filtro de nafta que
si bien lo habían lavado en Pelaya podía ser que estuviera mal o algo. Gracias
a dios que él sabe más que yo porque cuando bajo el filtro estaba tan tapado
que no le pasaba nada, no sé cómo Libertad seguía andando. Le cambiamos el
filtro que yo tengo varios de repuesto y santo remedio, por las dudas nos
fuimos a dar una vuelta que tenía un repecho muy grande y no pasó nada más.
Pero mientras estábamos en el taller me mostraron que la rueda delantera del
lado del chofer esta chueca y me mandaron a hacer un diagnóstico y balanceado
si era posible.
En el taller
de alineaciones me dijeron que la razón por la cual la rueda esta chueca son
las calzas que le puse en Sincelejo para que no me tocara la cubierta contra el
chasis, pero que además de eso que tengo que bajar, uno de los amortiguadores
esta reventado y varias de las piezas de la dirección tienen juego y hay que
cambiarlas pero no es tan urgente así que voy a ver cuándo encuentro donde y
quien me lo hago. Lo más complicado es ver si se consiguen las partes pero me
dicen que en Colombia hay muchas de estas camionetas y que no sería muy difícil
conseguirlas…
Después del
arreglo y del diagnóstico nos fuimos de Bucaramanga, nos despedimos de Fabián y
de Deisi que es una de las personas que viven en el apartamento y que cocina
muy bien y pusimos rumbo a Villa de Leiva.
Tras 3
horas manejando llegamos a San Gil, que son 95 kms de distancia nada más. Es
que no se olviden que en Colombia no se habla en distancia sino en horas porque
dependiendo de la geografía de la región es la velocidad promedio. En San Gil
nos había contado Fabián había unas cataratas muy lindas pero mientras
preguntamos cómo llegar y compramos comida en un centro comercial los españoles
pensaron que pagar $10.000 pesos para entrar a las cascadas para salir temprano
al día siguiente era un gasto innecesario, así que pedimos permiso a la
administración del centro comercial y nos dejaron estacionar y dormir por la
noche en el estacionamiento.
Cocinando el desayuno en el centro comercial
De San Gil
nos fuimos a Villa de Leiva que eran 200 kms mas pero igual nos demoramos como
4 horas en llegar. Lo de Villa de Leiva se los cuento la próxima
Gracias por
leer
Juan