Pero no habíamos terminado de hablar cuando Larry me dice, yo las consigo, vos anda y disfruta de tu día y yo compro langostas para la cena, y también fue recomendación de ellos no preparar nada más que una ensalada, que esa es la forma de comer la langosta. Solo con manteca derretida y un poco de pan.
Así que el jueves me fui a recorrer la parte oeste de Nueva Escocia, fui a la parte en donde se dan las mareas más altas del mundo, aunque me explicaron que no es altas en profundidad, sino que es altas en lo mucho que el agua retrocede o avanza, dependiendo si está subiendo o bajando obviamente.
En el camino a la playa de Bloomidon, y ya cerca de la costa, me encontré que las gran mayoría de los canales por donde fluyen los ríos estaban húmedos pero sin más que un hilo de agua fluyendo en el fondo. Esto se debe a que debido a la fuerza de las mareas, cuando estas están a su máximo, inundan los canales de los ríos al punto de formar verdaderas corrientes que remontan el cauce del rio por varios kms, invirtiendo el verdadero fluir del agua en el proceso. Esa fue la primer señal del poder de las mareas atlánticas.
También en el camino a la playa, pase por un punto turístico aparentemente situado en la cima de la “montana norte” pero que es una formación tan antigua que no es muy alta pero como el resto de la provincia es tan plano y esta tan al nivel del mar que parece que subieras el Everest y podes ver muchos kms a la redonda. Nuevamente me encontré con las tierras rojas que había visto en la Isla Príncipe Eduardo.
Vistas desde el "punto de vista" en la montana norte
De ahí me fui a la playa, sin tener idea de la si la marea estaba subiendo o bajando. Pero ni bien llegue al estacionar la camioneta frente al océano aunque todavía a cierta distancia, me di cuenta de que la marea estaba bajando, porque en menos de 2 minutos vi como una piedra emergía del agua. Era como si alguien hubiera sacado el tapón del océano como en los dibujitos, aun a la distancia podías ver el agua retirarse, y ahí me acorde de un comentario de Larry, que me dijo que si caminas bien despacito, o nunca llegas al agua o nunca salís del agua. Yo pensé que estaba exagerando un poco pero no era tal cual.
Pero yo no me iba a quedar sin ir hasta el agua, así que arranque a caminar, debo de haber caminado fácil 1 km o más para finalmente llegar al agua, pero cuando llegue, la marea estaba subiendo, y es impresionante lo rápido que sube, además con las pequeñas depresiones que hay en el suelo, hay veces que parece que el agua no ha pasado la línea por donde estas, pero cuando te das vuelta te encontras que estas en una pequeña isla.
Huellas llegando al atlantico con la marea baja tuve que caminar un km extra!!!!
Así que tras un pequeño video apreciando la velocidad del cambio, me volví a la costa, o mejor dicho volví a la única salida que había de la playa porque esta playa solo era accesible por una escalera ya que los barrancos que la rodeaban eran muy grandes como para salir de otro modo.
Barrancas en la playa Bloomidon
Tras dejar las mareas detrás, me fui a otro parte de la costa, a un pueblito llamado Northerville, pequeño pueblo pesquero, en donde el puerto al estar todavía la marea baja, parecía que los habían construido muy lejos del agua por error, ya que los barcos estaban amarrados pero estaban enterrados en el barro del fondo de la bahía como 4 metros o tal vez más por debajo del nivel del puerto.
Marea baja en el puerto de Northerville
Vistas en Norhterville
Después de sacar unas fotos del pueblo, me fui a un sitio histórico llamado Grand Pre que es famoso porque en algún punto de la historia canadiense, echaron a todos los francés que no querían jurar alianza a la corona británica, transportándolos a EEUU o a Francia y prohibiéndoles el regreso, aunque muchos regresaron unos años después, otros nunca regresaron y algunos hasta lograron quedarse sin ser deportados.
Tras una visita rápida, porque no había mucho para ver ya que eran todas cosas arqueológicas cerradas al público y lo único que podías ver eran fotos y dibujos de cómo se supone era la vida en aquella época, lo único que había abierto al público es una iglesia que reconstruyeron basados en los documentos del sitio. En si un embole, menos mas que no pague entrada porque si no me iba a enojar jijijiji.
Estatua en Gran Pre
Y de ahí me volví a Dartmouth, pero me fui con acompañante porque en el camino desde Northville hasta Gran Pre había levantado a un veterano que estaba haciendo dedo en la ruta y lo deje en la ruta principal para ir a Halifax cuando fui a Gran Pre, pero lo volví a encontrar no muy lejos de donde lo deje y lo lleve hasta cerca de la salida para Halifax en donde espero haya podido encontrar alguien que lo llevara porque el pobre veterano no podía ni con las patas jijiji. Con decirles que le llevo como 1 minuto subir a la camioneta y acomodarse en el asiento, menos mal que yo no tenía apuro ninguno.
Una vez en la casa de Larry y Lucile, llego el gran momento de saborear una deliciosa langosta atlántica. Pero con Larry decidimos esperar a que Lucile llegara de trabajar para cenar todos juntos. Llegada la hora de la cena nos preparamos para el festín, porque comer langostas es toda una ciencia.
Primero precisas, pinzas para romper la tenazas de la langosta, unos cositos que parecen escarbadientes de metal para poder sacar hasta el último pedazo de carne de la coraza, grandes bolsa de plástico para poner los restos, muchas servilletas para limpiarte las manos del enchastre, plato con manteca derretida para sumergir la carne a medida que la vas sacando del caparazón y por supuesto las codiciadas langostas.
La idea era sacar unas fotos de como comíamos las langostas pero era tanto el enchastre que se van a tener que limitar a una descripción muy básica de tan suculenta cena.
Las langostas para la cena de mi cumple
Primero hay que arrancar las tenazas, luego cada una de las otras patitas, tras haber hecho eso se procede a partir la langosta a la mitad. Una vez que esta todo en partes, se saca la caparazón de la parte anterior y encontras un poco de carne entre lo que serían las costillas, aunque si el tamaño de la langosta no es muy grande no hay mucho que rescatar de ahí, luego de sacar esa carne, se prosigue con las patitas, a las cuales le sacas la carne chupando y mordiendo por fuera para hacer subir la carne hasta la apertura que queda de donde estaban unidas al cuerpo, poca carne pero muy sabrosa. Pasado el trabajo más grande para obtener la menor cantidad de carne, pero con el objetivo de no desperdiciar nada, procedimos con las tenazas, acá ya hay más carne aunque hay que tener cuidado al romperlas con unas pinzas o con un cascanueces, porque si no tenes cuidado te pasa como a mí que me corte el dedo gordo, la carne de las tenazas es más grande y ya da para sumergirlas en la manteca derretida que le da un toque especial al sabor de la langosta. Tras haber comido cada pedacito de carne del resto del cuerpo pasas a la cola, que es donde está la mayor parte de la carne y que por tradición se deja para el final, ahora hay dos maneras de extraer la carne de la cola, una es con un tenedor se empuja la carne desde la parte inferior tras haber removido una especia de aletas que tiene la langosta al final de la cola, en las cuales hay un poco de carne que se consigue de la misma manera que las patitas chicas, mordiendo y chupando hasta la última gota de carne. O sino usando ambas manos apretas la langosta sobre sí misma para romper la parte inferior de la caparazón y después que la quebraste desde un extremo al otro, la podes levantar y acceder a la deliciosa carne que esta oculta y esperando ser liberada. Y disfrutando de los últimos bocados y de la amena charla durante la cena les comente a Larry y Lucile que esa noche también era mi cumpleaños y que no les había querido decir nada porque no quería que se complicaran mucho haciendo nada especial y que les agradecía mucho su hospitalidad.
La grande es la mia, casi un kg
Video de las langostas y los preparativos para deleitarnos, Lucile esta derritiendo la manteca
A la mañana siguiente tras un rico desayuno salí rumbo al oeste para volver a Edmonton en donde me tomaría el avión para volver a Inuvik.
Pero antes de dejar Nueva Escocia atrás me quedaban dos paradas por hacer, la primera era una quesería artesanal de queso Gouda, pero me tuve que conformar con comprar una hormita de queso y seguir viaje porque no había nadie para hacerme una visita guida, y la segunda parada fue a una granja que produce miel de maple, producto emblema de Canadá, el detalle es que la miel de maple solo se produce en la primavera siendo las condiciones ideales un día de sol procedido por una noche bien fría que hace que la savia dulce fluya más fuerte logrando así una mayor cantidad de la famosa miel de maple. Pero aunque el tiempo no era el adecuado el dueño de la granja fue muy amable y me mostro las maquinarias y me explico todo el proceso y como la tecnología ha logrado que sea más fácil y más exacto todo el proceso. Todo gracias a que Larry y Lucile han estado comprando productos de esta granja por los últimos 20 años y que no solo compran para su uso personal sino que compran para amigos y parientes.
El proceso para hacer la miel de maple comienza al final del invierno en donde taladran agujeros de unas 2 pulgadas de profundidad en cada uno de los 18000 árboles que tienen, y de cada agujero sale una manguera que a su vez se conecta a un tanque de almacenamiento, como los arboles de esta granja están en la ladera de una colina todo funciona por gravedad, así tienen varios tanques de almacenamiento en pequeños galpones en donde almacenan la savia que sale de los árboles. Dependiendo mucho del clima es la cantidad de savia que juntan cada día, también a medida que avanzan las estaciones el contenido de azúcar en la savia disminuye, siendo el promedio del comienzo de la primavera entre un 2.4% y 2.7%.
Así recolectan la savia todos los días y la llevan al galpón en donde es procesada dentro de las 24 horas de haber sido extraída.
El proceso de extracción ha cambiado un poco con la tecnología pero básicamente sigue los mismos principios, hoy por hoy usando una máquina de osmosis invertida extraen gran cantidad de agua, obteniendo agua pura que es luego usada para limpiar las máquinas y tubos al final del día. Es la misma máquina que utilizan los grandes cruceros para hacer agua potable del agua marina y de mantenerse en un circuito cerrado el agua podría ser comercializada como agua destilada. Al pasar por la maquina queda en una concentración de entre 20% a 25%, y la razón por la que no utilizan la máquina para reducir más la concentración de azúcar es que a mayor concentración más tiempo lleva en procesar los miles de litros que procesan.
De la máquina de osmosis invertida pasa a una caldera que cocina la savia hasta evaporar el agua dejando la solución a un 66.7% de azúcar, esa es la concentración ideal pero 66.6% hasta 66.8% es aceptable. Para saber la concentración de azúcar utilizan termómetros y un barómetro, ya que pequeñas diferencias en la presión ambiental cambian la temperatura final para la concentración ideal.
Luego de alcanzar la concentración ideal, es pasado por otro filtro y de ahí se embotella y vende.
También obtienen otros productos como ser la manteca de maple, que es la miel con una mayor concentración de azúcar para lo cual la colocan en otra caldera de menor tamaño y continúan su cocción, y si evaporan toda el agua obtienen azúcar de maple.
Y eso a grandes rasgos el proceso que lleva desde la savia del árbol de maple hasta la famosa miel de maple. Lástima que no estaban funcionando y estaba todo medio guardado así que no pude sacar fotos, tal vez la primavera que viene….
Y así fue que deje Nueva Escocia. También pase por New Brunswick y llegue hasta la ciudad de Quebec en donde pase la noche, al día siguiente me fui a encontrar con Evan en Montreal. Pero eso lo dejo para el próximo artículo porque ya hace rato que no subo nada. Espero subir el resto de mi regreso a Inuvik y mis primeros días a Inuvik pronto.
Otono en la ciudad de Quebec
Gracias por leer
Juan
¡Excelente relato! Eso de las mareas debe ser espectacular... ¿y lo de las langostas? ¿A qué saben más o menos? Bueno... y las dos últimas fotos de Quebéc están MUY saladas...
ResponderBorrar