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sábado, 16 de octubre de 2010

Nova Scotia parte 1

Saliendo de la Isla Príncipe Eduardo me dirigí rumbo a lo que me había propuesto como meta para antes de volver a Inuvik. Hablo de New Foundland. Lo bueno como ya les había contado de la Isla Príncipe Eduardo es su tamaño, siendo esta la más chica de todas las provincias canadienses. Pero las otras dos provincias que me separaban de mi destino, no son muy grandes tampoco así que ya faltaba poco para llegar, yo no lo podía creer, tras más de tres meses desde que salí de Edmonton, y tras innumerables aventuras y andanzas, y mucha gente en mi camino, y hasta “haber perdido” dos semanas arreglando la camioneta, finalmente está a un día manejando del Océano Atlántico. La verdad que tengo que decir que estaba bastante orgulloso de mi pequeño logro. Más porque todavía faltaba volver hasta Edmonton para pasar el invierno en Inuvik y de ahí volver a la camioneta y arrancar rumbo al sur….

Pero como es ya costumbre en el viaje, cada vez que tengo un plan este parece no querer consolidarse, porque cuando llegue al puerto desde donde sale el Ferri que me llevaría a New Foundland, único medio de transporte en el cual podía cruzar con la camioneta, me entere que tras la tormenta originada por el Huracán Igor, uno de los ferris había sido dañado y los otros estaban totalmente reservados hasta el 21 de Octubre, channnnnn!!!! Por suerte hasta ese segundo yo no tenía idea de que día era a esas alturas y no me dieron tiempo de darme cuenta que yo iba a estar volando para Inuvik el 24, pero me pincharon la burbuja enseguida cuando me dijeron “hoy es 7, o sea que la próxima reserva disponible es en 2 semanas”, todo eso mientras me miraban el mapa en la camioneta. Yo tratando de apelar a algún vestigio de suerte que anduviera suelto por ahí, les pregunte si había alguna forma de pasar antes, pensando que tal vez alguien podía cancelar o que había otro barquito solo para gente que se animara a preguntar… Pero no, no hubo suerte, no había más barcos que los ferris, y el tema era que estaban pasando muchos camiones con materiales para reconstruir las rutas y la infraestructura danada por el huracán. Y había una lista de espera por si alguien cancelaba la reserva, así que decidi que este ano no iba a ir a New Foundland, y tal vez el año que viene intente de nuevo…. Porque no me iba a pasar 2 o 3 días esperando a ver si podía pasar.

Llego lo hora de hacer nuevos planes, opciones, recorrer Nueva Escocia y comenzar mi retorno al oeste, o llamar a los padres de la novia de uno que conocí en Edmonton en las prácticas de los botes. Resulta que Kathleen, el día que me hicieron una despedida en Edmonton, me dijo que si pasaba por Dartmouth en Nueva Escocia, ciudad donde viven los padres, y si quería que sus padres no tenían problema en darme alojamiento. Así que tras más de 3 meses de esa oferta los llame por las dudas, a ver si podía pasar a darme una ducha y tal vez dormir en una cama un poco más cómoda que la de la camioneta y con suerte ligar una comida gratis jijijiji.

Pero cuando los llamo me entero que ellos con gusto me dejaban quedarme en su casa, pero……. Que ellos iban a ir a una boda por el fin de semana y que recién volvían a su casa el domingo a la tarde…. Otro channn…

Así que decidi ir rumbo norte dentro de la provincia de Nueva Escocia, en donde está el parque nacional Cape Breton. Una vez en el norte de Nueva Escocia, estacione la camioneta en un estacionamiento en la ruta, como ya era la noche y estaba lloviendo me acosté a dormir enseguida. A la mañana siguiente cuando me desperté me di cuenta realmente de donde estaba. Resulta que había estacionado en frente a una playa en el en Atlántico, y también era el comienzo de una caminata que llevaba a un pueblito y que iba junto al océano. La verdad que el lugar estaba muy lindo, pero el detalle fue que se pasó lloviendo todo el viernes, peor aún. Llovía por 30 min y paraba por 10 y hasta salía el sol pero cuando yo me disponía a salir para hacer la caminata que me llevaría unas tres horas, volvía a llover. Así que me pase todo el día viernes encerrado en la camioneta, leyendo un libro, mirando las olas romper en la costa y sobre todo observando a la gente llegar en sus vehículos, sacar una fotos y seguir su camino. Y me di cuenta que a pesar de tener mis días contados antes de volver a Inuvik, aún me podía tomar mi tiempo para pasarme todo un día sentado en el mismo lugar haciendo nada y disfrutando del viaje. Y me pregunto si esta gente que estaba de vacaciones realmente llegan a descansar, parece que ni siquiera de vacaciones la gente puede parar y realmente apreciar el mundo que los rodea, pareciera que todo el mundo está siempre apurado y tratando de llegar a algún lado, cuando lo más lindo de viajar no es llegar al destino sino el camino en sí, si no me creen mírenme a mí que tengo como destino llegar a Uruguay pero en 4 meses que voy de viaje, en realidad estoy más lejos de cuando empecé jijijiji. Pero no desesperen que ya voy a llegar….

Así se me paso el viernes, el sábado finalmente el clima me permitió hacer la caminata aunque camine bajo la lluvia por la primer media hora y después otros 10 minutos más adelante pero buen valió la pena. Las vistas eran muy lindas y valió la pena la espera.

Después de la caminata, finalmente me bañe en el atlántico, todos los que estaban en el estacionamiento me miraban como si estuviera loco, pero la verdad el agua estaba bien templada, y no me dio frio para nada. Aunque solo me bañe por unos segundos, pero ahora puedo decir que fui de océano a océano y que me sumergía en las aguas de ambos.

Vistas de la costa atlántica desde la caminata

El tipito en el Atlántico, el 8 de Octubre del 2010!!! Con 10 grados

Después de la nadada, emprendí mi camino al sur, con la idea de llegar a Halifax y pasar el domingo explorando la ciudad esperando a mis nuevos anfitriones. Pero resulto que la gente en Nueva Escocia son tanto o más malos manejando que yo, porque por muchos ms la ruta está llena de curvas y no se puede pasar y aunque el límite de velocidad era 90 km/hr tuve que seguir a varios vehículos a 60 km/hr por muchos kms y lo peor era cuando intentaban dejarme pasar y trataban de orillar y disminuían más si eso es posible, pero la ruta siendo tan estrecha no dejaba mucho espacio para pasar sin invadir el carril contrario y con tantas curvas no me quería arriesgar pero se ve que los otros choferes no se daban cuenta de que no los podías pasar en esas condiciones y después en estrechos rectos en donde tal vez los hubiera podido pasar no me daban paso y hasta aceleraban un poco, solo lo suficiente para que yo no los pudiera pasar, así fue que para hacer 400k me llevo 6 horas!!!! Yo me quería matar, un embole de la masita, y yo que pensaba que yo era el vehículo más lento en las rutas canadienses y el pero conductor también jijiji.

Pero al final llegue a Halifax, ya era tarde así que pase la noche en el estacionamiento de Wal-Mart. El domingo me desperté tarde y di una vuelta por Halifax pero la verdad que no vi ni mucha gente ni nada interesante en la ciudad o al menos no para mí.

A la tarde llame a Larry y Lucile y me dieron las indicaciones para llegar a su casa. Al llegar me recibieron como si me conocieran desde toda la vida, hasta me dieron una copia de la llave de la casa. La verdad que Larry y Lucile me trataron como un rey, gracias a dios esa a ha sido la constante de toda la gente que me ayudado de una u otra manera durante el viaje y por eso estoy muy contento y agradecido con todos, y me dieron una clase de geografía de Nueva Escocia, comentándome los lugares que debería visitar y las cosas que había para hacer. Así que tras un muy rica cena, nos fuimos a dormir. Preparándonos para el día siguiente que era el Día de Acción de gracias y para el cual me había invitado a pasar junto a su familia al medio día que iban a celebrar con una gran comida como es costumbre. Así que el lunes tuvimos un gran almuerzo con toda la familia y lo pase muy bien.

Tras una sustanciosa comida, Larry y Lucile me llevaron a la playa de Lawrencetown, que es muy popular para hacer surf. Y en donde vimos a un par de decenas de personas practicando dicho deporte. La tarde estaba muy linda y lo pasamos muy bien. Para el martes ya tenía mis planes, más bien ya tenía planes para toda la semana que me iba a quedar.

Lucile, asando cerdo y vegetales para la cena, que rico!!!!

Para arrancar mi estadía en Dartmouth que es en realidad donde está la casa en donde me estaba quedando, fui a una práctica de los botes dragón con un grupo que practica en el lago que está cerca de la casa. El pequeño detalle es que esta gente se lo toma mucho más en serio de lo que nosotros en Edmonton, y así que me encontré con un grupo de gente que como practica final, ya que estaban a punto de sacar los botes del aguan antes de que se empezara a congelar el rio, remaron 40 minutos sin parar, y siendo que yo nunca había remado más de 5 minutos sin para en las prácticas de Edmonton, me encontré que por los siguientes 3 días más de la mitad de los músculos en mi cuerpo estaban o doloridos o acalambrados jijiji, pero valió la pena y lo pase muy bien.

El martes arranque yendo a la parte sur este de la provincia, visitando El Cabo Peggy, que es muy conocido por su faro y por la formación rocosa que es característica del desgaste causado por los glaciares mucho miles de años atrás…

Vistas del pueblo en el Cabo Peggy

Vista desde el Faro

El Faro en el Cabo Peggy

Desde El Cabo Peggy, me fui a la ciudad de Lunenberg, que es hogar del “bluenose II” que es una réplica del “bluenose” que era una goleta pesquera que gano muchas carreras en los años 20’ y 30’ y que está inscripta en las monedas de 10 centavos canadiense. Lo más llamativo del asunto es que el “bluenose” original hacia el final de sus días fue enviado a Haití en donde se hundió durante una tormenta. Y si bien la réplica puede ser visitada en el puerto de Lunenberg, resulto que cuando yo fui a la ciudad se habían llevado la Goleta para restaurarla y el proceso les va a llevar como 10 meses así que me tuve que conformar con ver un modelo a escala…

El modelo de escala del "bluenose"

El "Bluenose" reina de la flota pesquera del Atlántico Norte, fue una goleta de 285 toneladas diseñada por William J. Roue de Halifax, y construida con materiales de Nueva Escocia por Smith and Rhuland en Lunenberg. Navegando por primera vez en 1921, "ella" gano el trofeo "Herald", emblemático trofeo del campeonato internacional de la flota pesquera. Invicta en sus aguas nativas, defendió su título en 1922, 1923, 1931 y 1938, convirtiéndose en un símbolo de orgullo nacional. Tras haber adquirido renombre como una goleta de trabajo, el "bluenose" fue destruida y perdida en Haití en 1946.

Barcos en la bahía de Lunenberg

De regreso a la casa de de Larry y Lucile, me entere que ellos como tradición se reunían con la familia los miércoles a la noche para comer pasta, así que yo me ofrecí a cocinarles mis ya conocidos tallarines caseros y unas pizzas caseras también ya que estábamos, y lo más gracioso fue que tras tener que insistirles que no era ninguna molestia y que más bien era un placer poder cocinarles, me dijeron que iban a tener que enviar otro mail para avisarle a todos que les esperaba un plato especial y pasamos de ser tal vez 4 o 5 a 12 personas para cenar… Pero bueno la comida quedo muy rica al menos eso fue lo que todos me dijeron.

Pero antes de pasar al jueves, les tengo que contar lo que hice el miércoles. El miércoles decidí ir a la parte centro este. Pasando por la casa de Cindy y James (James es el hermano de Larry y Cindy es su señora) ellos viven en una casa junto al lago en donde Cindy tiene un montón de gallos y gallinas de diferentes especies, algunos bastante comunes pero varios me llamaron mucho la atención.

Gallos, gallinas y pollitos en la casa de James y Cindy

Después de la visita a la casa de Cindy y James, me fui una playa llamada Clam Harbour, en donde camine otro rato y prendí otro fuego y me quede un rato disfrutando de las vistas y de la brisa marina y sobre todo del sol, que seguro lo voy a extrañar en el ártico….

Playa en Clam Harbour

Después de Clam Harbour, me fui a otra playa en Taylor Head, que es otro parque nacional. Y de ahí a la casa de Larry Y Lucile a cocinar para todo el mundo.

Playa en Taylor Head

Tras hora y media cocinando pasta y pizza, con opción de salsa vegetariana porque había dos vegetarianos en la comitiva. Nos sentamos todos a disfrutar de una gran cena familiar y lo pasamos muy bien.

Pizza, pasta y buena conversación...

Bueno como ya se habrán dado cuenta ando medio vago para subir cosas al blog, pero es que ya verán que estado a las corridas y muchas horas manejando y desde que llegue a Inuvik, he estado ocupado poniéndome al día y trabajando mucho, así que ya les terminare los cuentos de Nueva Escocia y del resto del viaje hasta Inuvik en unos días.

Gracias por leer

Juan

domingo, 10 de octubre de 2010

Isla Principe Eduardo

Saliendo de Montreal rumbo a Newfoundland, tome la decisión de ir a visitar la Isla Príncipe Eduardo.

Lo mejor de este lugar es su tamaño, siii, por fin algo en Canadá que no tenes que manejar cientos de kms para llegar de un pueblo al otro.

Para llegar a la isla hay dos opciones una es cruzar en el puente de la confederación, que es un puente de como 12 kms de largo que está bien grandote y bien alto, tanto que hasta pasan cruceros por debajo como si nada. La otra opción es tomar un ferri, de todos modos te van a cobrar porque para pasar por el puente de salida te cobran $42.5 dólares y el ferri te cobran de ida y de vuelta aunque no se cuánto porque yo use el puente las dos veces.

Vistas del Puente

La ciudad principal se llama Charlottetown, y es muy pintoresca, tiene un lindo puerto y la arquitectura es más agradable a la vista, o al menos eso me dijeron porque la verdad a mí ni me va ni me viene.

Lo que si disfrute yo fue manejar 50 kms hasta una playa muy linda, en la que no había nadie más que yo, camine como una hora y llegue a un recodo que estaba al reparo en donde prendí una fogata con un montón de troncos que la marea había arrastrado. Me quede un par de horas tranquilo disfrutando del día y del solcito que si bien no calentaba mucho estaba para disfrutarlo a pleno.

Que linda fogata me mande

Playa en la Isla Principe Eduardo

Y para rematar lo lindo que era la playa también descubrí que tenían duchas, si, duchas calientes y gratis!!!!!!!! Aparentemente esta playa es muy popular en el verano para hacer surf, pero se ve que con los primeros fríos los surfistas se van más al sur. Una cosa que me llamo poderosamente la atencion fue el hecho de que la tierra y la arena en toda la playa es de un color rojizo muy particular, no pude averiguar todavía a que se debe pero van a ver las fotos de la tierra arada y de las playas...

De la playa me hice todo un tour por el lado oeste de la isla, en donde hay muchas pero muchas granjas que plantan papa, hasta hay un museo de la papa pero estaba cerrado y no pude ir. Lo otro que se ve mucho son pueblitos pescadores, mayormente de langostas y a cada rato vez las estibas de trampas para langostas.

Estiba de trampa para langostas

Vistas de la Isla

La verdad que la isla me resulto muy pintoresca y muy atractiva pero como que no había mucho para hacer más que un recorrido rápido… todo lo otro que vi para hacer era comer langostas o pagar para ir a hacer algún tipo de pesca deportiva… Por eso no me quede mucho rato aunque si la disfrute y encima saque una ducha gratis jijiji

Gracias por leer

Juan