A Santa Fe
de Antioquia llegue porque me había dicho que era una linda ciudad para descansar.
Ciudad Colonial, antigua capital de Antioquia. Pero como fui a dejar a Zarahy a
la terminal para que se volviera a Cali después de visitar el Penol, me agarro
la hora pico en Medellín y cuando llegue a Santa Fe de Antioquia ya era de
noche. Aunque solo eran las 6 30 de la tarde jijijiji. Llegue porque sabía que
no iba a llegar muy tarde porque la verdad que no me gusta nada manejar de
noche por las carreteras de Colombia, no hay banquina y mucha gente sin luces o
sin nada refractivo por la ruta.
De todos
modos llegue y no encontraba ningún hotel, preguntando me mandaron por una
callecita de esas que yo odio porque son súper estrechas y la camioneta apenas
si pasa y no hay donde dar vuelta y esas cosas, pero por suerte después de un
par de cuadras se terminó el empedrado y se ensancho bastante y al final de la
calle llegue al Hotel Tonusco, casi no entro porque se veía muy fino jijijiji
yo me imagine que me iba a salir carísimo porque la entrada era un parque muy
bonito y las eran todo cabañas pero bueno me habían dicho que no era muy caro.
Pregunte en
recepción y me dijeron que salía CO$ 45.000 y no me pareció tan caro porque tenía
estacionamiento privado y la habitación era cómoda. Al otro día descubrí que me
había sacado la lotería. El hotel tenia, gimnasio y sauna (que nunca use jijijiji)
piscina, cancha de mini golf, mesa de pool, restaurant y salón de juegos además
que habían bicicletas para usar y todo eso estaba incluido en la tarifa.
Me termine
quedando 5 días en Santa Fe de Antioquia, sobre todo en el hotel disfrutando y
descansado del clima y la piscina. Además que conocí a la familia Vallejo que
estaban de vacaciones desde Medellín. Diego, Carina, Andrea y Santiago, y luego
llego Yeison (novio de Andrea)
Diego, Yo, Andrea, Carina, Santiago y Yeison
Es curioso
como algunos lugares en donde paso tan bien y hago tantas cosas no tengo mucho
para contar en el blog, porque no hice mucha cosa durante esos días dignas de mención
para el blog pero que seguro recordare por mucho tiempo. Porque pasamos conversando
y jugando en la piscina, también jugamos al mini golf y al ping ponga y como
que así pasamos los días.
Luego que
se fue la familia yo me agarre una bici y me fui hasta el Puente del Occidente,
es un puente (obviamente) que cruza el Rio Cauca pero que no solo es colgante
sino que está hecho de madera a pesar de ser de más de 120 metros de largo y
permite el paso de vehículos y peatones. Hace unos años atrás los restauraron y
reforzaron con vigas de metal y pusieron tirantes nuevos pero los pilares en
las orillas son los originales de más de 100 años y aun cuando lo cruzas se
siente el suave ondular del puente por el viento.
Para ir al
puente me encontré con un muchacho local que me pregunto a donde iba y cuando
le dije que iba para el puente me dijo que si me podía acompañar. Le dije que sí
y me dijo que iba a la casa a cambiarse y nos íbamos. Me llevo por un atajo y
nos fuimos para el puente, pero no habíamos andado 1 kms en la ruta que lleva
hacia el puente que de ida es toda en bajada cuando este muchacho compro
terreno. Yo iba más adelante que él y apenas safe de caerme porque había un
escaloncito en un puente en la ruta y cuando mire para ver si el paso bien lo
vi caerse. Pero se levantó rapidito y siguió andando. Yo le pregunte si estaba
bien y me dijo que sí que no pasó nada pero lo note que iba más lento y cuando
pare un par de kms más adelante porque se venía atrasando me dijo que se le había
pinchado una rueda así que seguimos caminando hasta el puente. Llegamos y
conseguimos que le emparcharan la bici mientras miramos le puente y nos
volvimos justo antes de que se hiciera la noche.
Rio Cauca
Puente del Occidente
Cruzando el Puente del Occidente en bici
Vista del puente desde la ruta
Y desde
Santa Fe de Antioquia me fui a Montería a dejar la camioneta para irme a San
Blas porque para ir hasta las islas tenía que ir para Turbo pero me
recomendaron no dejar la camioneta ahí porque es un pueblo un tanto peligroso así
que me fui en ómnibus desde Montería y deje la camioneta en el Estacionamiento
Gonzales donde la camioneta quedo muy bien cuidada. Pero San Blas merece su
propio artículo.
Gracias por
leer
Juan