Cuando se cansaron de buscar y rebuscar sin encontrar nada y
nos dijeron que nos podíamos ir, yo aproveche y les pregunte si había algún
Cenote a la vuelta que valiera la pena, por lo menos que sirvieran para algo
los policías. Y hasta tuvimos suerte porque nos recomendó unos Cenotes en la
ciudad de Cuzama y nos dio indicaciones para llegar, gracias a dios que el GPS
tenia esa ciudad en el mapa porque la indicaciones que nos dieron eran un
desastre jjijijij.
En el camino paramos a comer en el único lugar que había
abierto en toda la ruta ya que con el los calores nuevamente estaba todo
cerrado hasta la tardecita. Y mientras comíamos en la casa de alguien, porque
“el restaurant” era literalmente una mesa en el comedor de una casita. La
cocinera nos dio más datos sobre cenotes y ciudades a donde ir a verlos,
aparentemente en la zona hay miles de cenotes porque cada pueblo tiene alguno
pero no todos son lindos o tienen acceso.
Luego del almuerzo llegamos a Cuzama. El lugar al que íbamos
a ver los cenotes pero al llegar ahí nos reciben y nos dicen que solo se puede
ir en un carro tirado por caballo y que cuesta $250 por carro, el recorrido es
de 3 horas y te permiten 30 min en cada cenote para nadar.
Tentador como sonaba igual eran $80 por persona y no estaba
como para pagar tanto, así que le preguntamos por algún descuento o si podíamos
ir a 1 cenote y pagar menos, pero no había nada que nos sirviera. Y antes de
salir le preguntamos por algún otro cenote mas barato, y nos dice ahí a 50
metros sobre la carretera hay otro cenote por $20 cada uno entran y si
preguntan a la señora se pueden quedar a acampar por la noche gratis. Obvio que
ahí si que nos sonó bien el precio jijiji. Y para ahí salimos.
Por primera vez las indicaciones eran correctas y llegamos
sin problemas, nos recibieron y nos dijeron que eran $30 no $20 por persona
pero como incluía lugar para dormir estaba bien.
Pagamos no nos fuimos para el cenote que era un agujero en
el piso con una escalera de hierro toda oxidada que bajaba unos 15 metros hasta
el agua. Pero habían tenido la decencia de arreglar los escalones que estaban
podridos con el oxido y bajamos todos sin problemas. Ahora si que lugar
maravilloso, con la entrada natural de luz por el agujero donde descendimos y
el agua tan cristalina y clara. La cueva tenía estalactitas y estalagmitas. Lo
que me llamo la atención que había una pareja de San Francisco en el cenote
porque no habíamos visto ningún auto afuera pero igualmente el cenote era
grande y no hacia diferencia.
Entrada al primer cenote
El campamento
Estalactitas
Dentro del Cenote
Les presento a Golum...
Nos quedamos bañando un buen rato y hasta nos metimos en una
cámara secundaria que había en la que se podía entrar nadando pero que entre el
techo de la gruta y el agua había unos 20 cms y estaba bien obscuro. La pareja
no se había animado a cruzar pero yo me metí y al ratito de estar en la
obscuridad se veía que la segunda cámara era pequeña y tenía una rampa de
tierra que subía hasta el techo pero que parecía no iba a ningún lado.
Ahora el tema de la noche tras el baño en el cenote era que
jugaba el Corintians contra Boca por la final de la Libertadores. Y Flavio como
buen hincha quería ver el partido, pero no estaba muy decidido porque de Ganar
Corintians y consagrarse campeón por primera vez de la copa, no iba a estar en
Brasil para celebrar que era tanto o más importante que ganar.
Como nos pensábamos volver para Mérida a la mañana siguiente
le dije que si tanto quería ver el partido nos íbamos para Mérida y ahí lo
miraba tranquilo. Pero como él se quería quedar en el lugar a acampar, propuso
de ir al pueblo y preguntar si algún bar pasaba el partido. En el camino al pueblo
paramos a preguntar pero nadie nos entendía de lo que hablábamos, hasta le
preguntamos a la del almacén donde compramos un poco de comida y nada. Ahora lo
que hace una mente decidida porque Flavio le pregunto a uno que estaba
durmiendo en un banco de la plaza y el muchacho le dijo que no había ningún
lugar en el pueblo pero si quería ir a verlo a su casa que él lo iba a mirar.
En la plaza de Cuzama esperando a ver si nos quedabamos o nos ibamos a ver el partido a Merida
Juan y Yo nos volvimos al cenote a comer y armar campamento.
Flavio volvió como a las 12 de la noche cantando de contento porque Corintians
por primera vez en la historia gano la Libertadores.
A la mañana siguiente Flavio se fue a ver si se podía ir a
los cenotes ya que nos habíamos ahorrado el dinero del hospedaje y volvió como
a la hora con la noticia que nos dejaban entrar por $200 y el pagaba $100 así
nosotros pagábamos $50 cada uno así que nos fuimos a ver mas cenotes.
A estos se llegaba en unos carritos de madera que iban sobre
vías de tren tirados por caballos, tradicionalmente los usaban para sacar henequén
que es una especie de cactus del cual sacan fibras para hacer cuerdas o
tejidos, pero hace muchos anos un huracán destruyo la planta donde extraían las
fibras y ahí transformaron la industria al turismo de cenotes. Les pusieron
techo a los carritos y cambiar las mulas que usaban antes por caballos porque
las mulas no corren. El comentario de que las mulas no corren nos pareció sin
importancias hasta que empezamos el recorrido porque ni bien nos metimos entre
los arboles una nube de tábanos nos recibió con mucha alegría. Gracias a dios
estábamos secos y no nos picaron pero si que asustaban en número, así que
gracias a dios que el caballo si corría jijiji.
Los carritos listos para salir
Llegamos al primer cenote y ni bien bajamos los tábanos nos
dejaron en paz. Y por dios que lugar mas lindo, una cueva de como 50 metros de
largo, con una entrada súper grande que dejaba entrar suficiente luz como para
distinguir apenas el fondo del cenote. Y a nadar en el agua azul y cristalina.
Un sueno de lugar hasta que 10 minutos después de estar solo nosotros 3
llegaron como 30 personas y ya perdió su encanto pero igual nos quedamos un
poco mas de media hora bañándonos.
El primer cenote
Por suerte nuestro conductor, Ernesto, era macanudo e
inteligente y nos llevo directo al 3 cenote para escapar del tumulto, además
que cuando llegamos también vimos que la entrada de este cenote tenia su
encanto pero no era como para multitudes porque era una única entrada por un
túnel en la piedra y por donde solo pasaba una persona. Entramos nuevamente
para ver un espectáculo maravilloso, este tenía una entrada de luz en el mismo
centro del cenote que era también la parte más llana ya que toda la piedra que
se había caído del techo y permitía la entrada de luz ahora estaba en el fondo
del cenote. Con la luz el agua tenia un color verde que me imagino es tipo el
color del caribe pero eso no lo sabré por unos días mas, cuando llegue al
caribe tendré para comparar. Este cenote era mas pequeño y la plataforma a la
cual se llegaba con la escalera era bastante pequeña así que 10 minutos después
cuando empezó a llegar la gente nos dimos cuenta de lo encerrados que estábamos
sobre todo cuando después de la media hora quisimos salir y no podíamos porque había
mucha gente bajando, hasta que logramos que les gritaran a los de arriba que
esperaran un segundo para poder salir, sobre todo porque ya casi no se podía
estar en la plataforma y parecía que nadie quería nadar jijiji.
Tercer Cenote que para nosotros fue el segundo
En el camino al segundo cenote, nuestra última parada, nos
toco parar y bajarnos del carro para sacarlo de las vías para permitir el paso
a los otros carros que venían en sentido opuesto. Lo mas complicado de estas
paradas es que ya estábamos mojados y los tábanos seguían siendo compañía fiel
desde el momento que el carro se movía sobre las vías y estando parados en el
monte era peor todavía que estar en el carrito en movimiento. Hasta el caballo
que no llevaba aprovechaba para rascarse un poco porque lo tenían loco, y eso que
le ponían un poco de fabuloso y pinol para ahuyentar los tábanos pero no creo
que fuera muy efectiva.
Legados al tercer cenote, una vez mas tuvimos la suerte de
estar solos para apreciar el cenote en paz y tranquilidad, y hasta nos dio para
ver que en este se podía saltar desde la entrada a nivel del suelo, con una
caída aproximada de 10 metros hasta el agua, pero como había fácil unos 7
metros de profundidad no había problema de pegarse contra las piedras, el único
detalle era entrar al agua bien paradito sino que iba a doler.
Flavio y Yo nos ahorramos las escaleras y saltamos, Juanoto
que no esta en tan buenas condiciones se limito a sacarnos fotos y solamente se
baño en el primero que había unas piedras en la orilla para agarrarse.
Ahorrando las escaleras en el segundo cenote
Esta vez como era el último ni con la multitud que llego nos
apuramos para irnos pero al final nos tuvimos que ir y volver a los tábanos
para salir del área.
Ahí seguíamos con la idea de irnos hasta Mérida a conocer la
ciudad antes de irnos para las ruinas de Chichen Itzá y de ahí llevar a Juan al
aeropuerto de Cancún para su regreso a España.
Pero en el camino a la ruta paramos en la ciudad de Acanceh,
que había una pirámide en el medio del pueblo, enfrente mismo a la plaza. Yo no
subí porque me querían cobrar pero Flavio y Juan que tienen su carne de
estudiantes en México entraron gratis. Como eran una pirámide pequeña y solo
tenia un par de cosas para ver la visita fue rápido y de ahí nos fuimos a
comer.
Cuando estábamos por salir rumbo a Mérida nos pusimos a
hablar con el encargado de la pirámide y nos empezó contar de todos los lugares que podíamos
visitar en la zona y como que a ninguno le importaba tanto ir a Mérida y nos
llamaba mas la atención ver mas cenotes cambiamos de planes y nos quedamos a
dormir en Acanceh para a la mañana siguiente ir a Tecoh en donde nos habían
dicho que había unas grutas que llegan a un cenote pero que hay que ir bajo
tierra por un trayecto largo y también estaban las ruinas de Mayapan y había un
cenote gratis en Telchaquillo.
Pero la estadía en Acanceh no fue desperdicio tampoco porque
esa misma noche había gran festejo gran comisionado por el electo presidente
municipal que estaba celebrando su victoria en la zona con el pueblo y organizo
un escenario con música para el pueblo y las zonas aledañas. Así que nos fuimos a dar una vuelta por el
pueblo que no era tan grande pero que estaba vacío porque todos estaban en la plaza. Algo que me llamo la atención de
todos estos pueblitos en los que estábamos pasando fue la cantidad de motos-taxi
que había, era una especie de carrito en la parte delantera con toldo, en la
que podían ir 2 personas pero llegue a ver algunos con 5 o 6, tirado por una
moto a la cual le sacaban la rueda delantera y conectaban el carro al manillar.
No se cuanto costaban pero seguro que eran bien baratos porque parecía que
nadie caminaba, tampoco los culpo porque el calor era mucho aun en la noche.
El equipo del presidente municipal electo
Show en vivo en Acanceh
Las populares motos-taxi
A la mañana siguiente me lleve otra sorpresa cuando fui a
comprar un poco de pan a una panadería que había visto por la noche y estaba
cerrada así que fui a un súper a ver si había pan y tampoco y cuando le
pregunte a que hora abrían las panaderías me dijo que a las 5 o 6 de la tarde.
Lo pero de todo es que me imagino que los pobres panaderos les toca trabajar
todo el día con el calor que hay, ahí si que mis respetos a la gente del oficio
por esos lados….
Arrancamos para Tecoh, con pocas ilusiones de entrar a las
grutas porque ya nos imaginábamos que iban a ser caras pero no se perdía nada
con preguntar. Y tal cual, $100 por persona querían por el recorrido de una
hora con luz y casco, y no bajaban de $80 si nosotros poníamos nuestra luz.
Pero sacamos el dato del cenote gratuito que había en Telchaquillo que estaba
en la plaza del pueblo. Y obvio que para ahí salimos.
Al llegar a Telchaquillo, otro pueblo sumido en el calor y
la modorra de la tarde nos encontramos con 2 veteranos a la sombra en la plaza
y nos dijeron que el cenote era muy llano y que no valía la pena que lo
fuéramos a ver pero que si queríamos nadar fuéramos a Pixya al cenote No-Mozon
que estaba en las afueras pero que estaba bien bonito y era barato.
Una rápida visita al cenote de Telchaquillo fue lo que
precisábamos para ver que si que no valía la pena y nos fuimos para Pixya, a
estas alturas ya era mucho el calor y muchas las ganas de bañarnos otro rato en
algún cenote.
Cenote de Telchaquillo
Pixya, mas pequeño todavía que los otros pueblos tanto que
si pestañeas te pasas del pueblo sin verlo, pero preguntado fuimos a dar un
camino por la mitad de la nada en donde había 4 paisanos a la sombra en una
tranquera, preguntamos para el cenote y nos dijeron que siguiéramos al de la
bicicleta, un gordito que se fue con nosotros en su bici, abriendo mas
tranqueras, pero que nos tenia que esperar porque el camino estaba lleno de
piedras y había que manejar con cuidado.
Lo mas gracioso fue al llegar, luego de todas las tranqueras
y de estar a 4 kms del pueblo por un camino de mierda que se me arrima el
gordito y me dice, hay que pagar $20 por persona. Casi casi le digo a entonces
nos vamos jjijijij, pero a estas alturas era mucho el calor como para andar
demorando la entrada al agua.
Por lejos el cenote con mas luz que habíamos visto lo cual
estaba bueno para ver bajo el agua con los lentes pero a su vez cuanto mas
abiertos mas mugre le cae al agua cuando llueve y habían bastantes hojas
flotando. Pero el agua estaba bien limpia. Aquí yo no me anime pero Flavio si y
salto desde arriba al agua, calculamos que eran unos 12 o 13 metros de alto.
Cenote No-Mozon
Ya en el cenote había una pareja de chicos de la Ciudad de México
que estaban por sacar su certificación en buceo pero como se pasaron casi todo
el rato sumergidos tuvimos el cenote solo para nosotros. Hasta mejor porque con
los lentes de agua ponerse a flotar sobre las burbujas de agua que salían de
los buzos y con los rayos del sol
entrando en el agua era como para pasarse horas enteras flotando, lastima que
no teníamos un snorkel y había que salir a respirar jijijiji.
Buzos en el cenote
Lo único que nos traía a la realidad era el hambre y ahí
preguntamos si nos podíamos quedar a acampar en el cenote y nos íbamos a ir
caminando al pueblo a buscar algo de comida.
Pero como siempre se dan las cosas en el viaje, en lo que
nos decidíamos sobre que hacer, Leonardo que estaba ahí ayudando a los de los
buzos nos dijo que había otro cenote mas cerca del pueblo y que podíamos
quedarnos a dormir ahí y ya de paso podíamos comer en el pueblo que él había
casado un jabalí el día anterior y que lo había cocido enterrado en el tierra y
que quedaba bastante para comer si queríamos.
Y sin mucho más nos fuimos al pueblo. De Pixya por todo lo
que paso después merece un articulo en si mismo porque la verdad fue un fin de
semana muy pero muy particular y divertido.
Gracias por leer
Juan
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