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viernes, 7 de junio de 2019

Treinta y Tres

También yo me complico solo, de San Gregorio de Polanco me fui para Cerro Chato que no sería gran cosa por sí solo, pero el tema con Cerro Chato es que se les antojo hacer el pueblo en tres departamentos así que se puede poner en cualquiera de los tres departamentos. Pero para no andar complicándome la vida voy a ponerlo en Treinta y Tres porque la mayor parte del tiempo la pasamos en ese lado del pueblo, pero tengo que reconocer que dormí en florida y merendé en durazno.
A Cerro Chato fui porque esta Manuel Ifran, un compañero del Four Seaons que hace ya más de 13 años que no veía y que nos recibió con toda la hospitalidad uruguaya y otro tanto. Llegamos al medio día y llegamos con problemas en la batería, parece que el arreglo que me hicieron en Salto no fue tan bueno, pero como en el pueblo no había nadie que le metiera mano la camioneta quedo parada y veremos si llego a la ciudad de Treinta y Tres a arreglarla. Igualmente, lo importante es que llegamos jijijiji.
Manuel hace ya 14 años que se volvió al pueblo, se vino con su señora Lucia y una bebe de 2 años, Joaquina quien resultó ser toda una señorita (no era para menos) que cumplió sus 15 en diciembre y también conocí a José que apareció unos años más tarde y yo no conocía y que es viva imagen de su padre. Manuel y Lucia tienen una rotisería/panadería/dulcería/pizzería/chivitería/almacén/… y les va muy bien en todos los rubros del negocio, no es para menos ya que están muy bien ubicados y tienen un menú exquisito yo doy fe porque en el poco rato que estuvimos nos dieron de comer como 10 veces y como nosotros no somos de decir que no, comimos todas las veces jijijiji.
Pero no solo comimos en Cerro Chato, Manuel nos llevo al famoso Salto de Agua que es un cañada que va entre las piedras y hace una pequeña cascada pero que hace mucho años atrás la gente de Cerro Chato la encauso para llenar 2 piscinas para el verano y que hace unos años atrás volvió a desviar porque ahora llenan las piscinas con agua de OSE pero el rio pasa al ladito y le da un ambiente muy lindo, además que tienen un parque y camping preciso que la verdad que vale la pena conocer.
Volviendo del Salto de Agua pasamos por la planta UPA de Ose que abastece de agua potable al pueblo y nos dieron un mini tour explicándonos el proceso que utilizan para separar los solidos y filtrar el agua, tienen una capacidad de filtrar 90 m3 por hora y mas o menos prenden la planta una hora cada 2 para mantener el nivel de agua y presión en el pueblo. Muy interesante porque nunca había visto ese proceso de cerca, no es que sea un atractivo turístico, pero a mi me llamo la atención. 


 Las piscinas de Cerro Chato, estan un poco verdes porque es invierno y no las mantienen tanto 

 La vista desde arriba del Salto de Agua, donde se ve agua adelante es el embalse que hicieron para llenar las piscinas antes de usar agua de OSE


 En la UPA mientras nos explicaban el proceso

Yo, Colleen y Lucia en Pan Comido

 De estas y otras mas salieron nuestras porciones

También nos llevaron a lo que hasta ahora ha sido el mejor museo que hemos visto en Uruguay, tienen poco, pero lo que tienen está bien presentado e interesante. Porque si bien el pueblo es chico su historia es grande. En Cerro Chato en el ano 1927 se llevo a cabo un plebiscito consultivo para ver a que junta local le iba a corresponder el pueblo porque es como un abuso que para un pueblo de ese tamaño haya 3 juntas locales, pero eso no es lo grande de la historia lo grande es que esa instancia fue la primera vez en la historia de Latinoamérica en el que se le permitió votar a las mujeres y se les reconoció el voto. Si bien el plebiscito tuvo un giro inesperado en el que gano Durazno, que fue el departamento que menos campana hizo, como solo era consultivo nunca se llevo a cabo ningún cambio porque se determino que mover los limites de los departamentos sería inconstitucional así que el pueblo hasta el día de hoy tiene 3 juntas locales y si estacionas de un lado de la calle o del otro estas en uno u otro departamento. Y la plaza principal es donde se unen los 3 departamentos y ahí si podés tomar un mate en cada uno sin dar más que nos pasos.


 Plaza de Cerro Chato
 
El museo además de estar en uno de los edificios mas antiguos del pueblo, tienen mucho espacio para seguir agregando cosas, pero como todo en Uruguay el problema es conseguir fondos, pero en vez de hacer mucho y mal decidieron arrancar con poco y bien. Además del museo tienen una cafetería muy bien atendida donde venden café expreso y unos postres deliciosos. 



 Colleen se quedo sin bateria en el museo y no me dijo nada asi que solo tenemos las fotos que le saco Manuel con el Ford A que esta en el fondo ya que esperan abrir un museo de autos antiguos a futuro

Como parte turística de Cerro Chato no hay mucho más, solo me falta contar que pertenecen a la Ruta de las Serranías que va desde Cerro Colorado y pasa por 2 o 3 pueblos mas cada uno con un par de detalles o historias para contar que hace un paseo de 1 o 2 días digno de vivir y conocer porque a esa región del Uruguay se le dice Uruguay Profundo porque realmente están medio lejos de todo, pero tienen mucho para mostrar.
El resto de la tarde lo pasamos como ya dije comiendo y conversando el sábado nos íbamos a ir temprano, pero entre unos mates y los kilos de comida que nos mandaron para el camino salimos como a las 11, igual nos íbamos para 33 que está cerca así que no había apuro. 


 Manuel se mando un asadito de primera

 Pasamos por el museo por la noche y esta muy prolijo aun por fuera (el museo esta en Durazno)


Manuel, Yo, Jose, Joaquina, Colleen y Lucia

Por recomendación del mecánico de Salto me fui con las luces altas prendidas, las luces de adentro de la camioneta prendidas y el ventilador de la calefacción alto para generar mas consumo y no calentar la batería que se me había recalentado llegando a Cerro Chato. Pero creo que eso fue peor que no hacer nada porque a mitad de camino vi que no estaba marcando bien el voltaje así que deje solo las luces bajas y menos mal porque llegando a 33 ya no andaban los señaleros por lo baja que estaba la batería y cuando llegue a la casa de Silvia que me esperaba en su casa la apague para saludar y cuando la quise prender para estacionarla bien no tenia mas batería.
Como era sábado al mediodía cuando fuimos a ver al electromecánico de confianza de Juanjo, nos dijo que mejor se la lleváramos el lunes que ya estaba todo cerrado y que si se precisaban partes no se iba a conseguir nada. Así que quedo Libertad de nuevo estacionada y parada por problemas eléctricos. 


 Renegando un poco con la bateria

Por suerte a Silvia y a Juanjo no les cuesta salir a pasear porque ya quedamos armando planes para ir a la Laguna Merim y a Rio Branco el domingo para no desperdiciar el fin de semana, así que al final voy a ir a Cerro Largo después de todo.
Para que se hagan una idea de toda la comida que nos mando Lucia les cuento que esa noche cenamos Juanjo, Silvia, Diego, Colleen y Yo y sobro comida todavía. No es que me queje, la comida estaba deliciosa y si pasan por Cerro Chato compren tartas (si consiguen) en Pan Comido son un manjar, pero nos dieron 8 porciones gigantes de tartas (una de cada sabor de las que hicieron ese día) mas 6 empanadas, mas 2 bolsas con escones mas una caja de chocolate y eso porque les pedí que no nos dieran mas jijijiji sino yo creo que me llenan la camioneta de comida para 9 años más de viajes.



 
 Yo y Silvia en el Olimar

 Diego, Juanjo, Colleen y Yo disfrutando de las tartas


Como el viaje a la laguna Merim corresponde a otro departamento no lo voy a contar acá y me voy directo al lunes que me fui temprano para lo del electromecánico que ya se porque es el de confianza de Juanjo. Un genio Andrés, sin estresarse mucho saco el alternador y lo desarmo mientras me decía que si estaba muy complicado lo iba a armar y me mandaba para la casa porque ya sabia el que en Uruguay no se iba a conseguir nada de las partes que se pudieran precisar. Pero por suerte que con sus 40 anos de experiencia se da un poco de manía y tras limpiar la chanchada que hizo el de Salto que soldó los diodos torcidos y sin limpiarlos, dejo 2 de los 3 funcionando bien el 3ero estaba quemado así que tuvo que hacer un agujero bien preciso para poner un diodo nuevo a presión y ahí quedo todo como nuevo. Medimos el voltaje y ahora si quedo cargando lo que tenia que cargar y para mejor termino tan temprano que me dio para ir a almorzar y levantar a Colleen, a Silvia y a la Tía Raquel para ir para la Quebrada de los Cuervos uno de los lugares que más quería visitar en esta gira porque hace mucho pero mucho tiempo que lo quería conocer y no me quería ir de 33 sin ir a ver ese lugar tan lindo del Uruguay.
Desde 33 son 50 kms hasta la quebrada los primeros 20 en ruta y los otros en balastro que está un poco feo, pero creo que era porque es temporada baja porque en temporada alta dice Silvia que lo mantienen mucho más.
Pagamos 100 pesos de entrada y nos fuimos a hacer la caminata de 3 kms que te lleva a la Quebrada misma. Tanto Silvia como Raquel ya han hecho el recorrido varias veces, pero no se lo iban a perder así que nos fuimos los 4, les diría que tranquilamente, pero les estaría mintiendo porque desde que salimos Silvia nos iba diciendo que nos preparáramos para la subida que era brutal que era difícil que había que subir trepado de las cuerdas…. Yo ya me veía subiendo el Everest uruguayo poco más, igual disfrutamos todo el camino, muchas, pero muchas selfies fueron sacadas en las 2 horas que llevo la caminata, aunque según Silvia no fueron muchas. Y la verdad que esta para sacar muchas fotos porque es muy lindo el paisaje y todo el lugar, hay mucha variedad de paisajes porque se pasa por puentes de madera, se sube a un lado de la quebrada se baja al corazón de la quebrada y se vuelve a subir, si bien hay cuerdas para ayudarse no hay que escalar como yo me imaginaba con los avisos de Silvia, pero si es empinada y hay que agradecer al que puso las cuerditas jijijiji. Para terminar el recorrido hay un mirador muy lindo que tiene una vista que vale la pena y encima tuvimos la suerte de que andaban unas cabritas pastando entre las piedras que le dieron un aire muy pintoresco a la tarde. Lo que me encanto fue que la Tía Raquel con sus 76 anos se hizo toda la caminata sin problemas, es más, en una parte yo me tropecé y casi la piso a la Tía menos mal que me logré frenar a tiempo. 


 Colleen y Silvia rumbo a la Quebrada iban a cuerpo de rey

 Sendero de la Quebrada de los Cuervos

 Yo, Colleen, Raquel (que casi no aparece) y Silvia






 Unos paisajes hermosos en la caminata

 Todos descansando en la playita abajo en la quebrada

 Nunca vi a nadie tan feliz con un palo selfie


 Yo deseando estar en las condiciones de la Tia Raquel que nos marco el paso todo el camino

 Como no podia ser de otro forma, ahi se ven 2 cuervos (los dos puntito negros)





 Mas de la Quebrada

 Silvia, Raquel y Colleen celebrando que termino lo dificil

 Silvia, Yo y Raquel en el mirador de la Quebrada

A la salida de la caminata nos tomamos unos mates y yo pegue una luz de atrás que llego partida a 33 pero no sé cómo porque cuando salimos de Cerro Chato no estaba rota y cuando llegamos a 33 a la casa de Silvia la vi que estaba partida. Pero como llegamos temprano a la vuelta nos dio para ir al museo de la intendencia. Yo no me esperaba mucho y si bien es un museo potpurrí porque hay de todo un poco esta mas o menos bien presentado y hay de todo un poco para ver. Y como Silvia trabaja en la parte de Cultura de la intendencia y conoce a los del museo tuvimos la suerte de que el profesor de acordeón nos tocara unas melodías con uno de los acordeones que estaban en el museo que son parte de su colección. 

Pegando los plasitcos para no perderlos


 Me parecio un mapa intersante





Museo de Treinta y Tres

Y de ahí nos volvimos para lo de Silvia a rematar la noche comiendo unas pizzas que hizo la Tía que estaban deliciosas y pasamos otra linda noche en familia.
A la mañana siguiente, fui a lo de Andrés a controlar que todo siguiera bien con el alternador y pusimos rumbo para Rocha a Punta del Diablo más específicamente, pero eso es para el próximo capitulo…


 
Yo y Silvia que le gusta viajar tanto como a mi

 Raquel, Diego, Juanjo, Mateo, Yo y Silvia

 Andres (el paraguayo) mirando que el alternador siguiera trabajando bien despues de haber ido hasta la quebrada, el voltimetro marcaba 14.5V asi que seguimos viaje tranquilos, por fin


Gracias por leer
Juan
 




 




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